La semana fue del Bronco, el INE, el TRIFE y ese recuerdo que con corrupción se puede avanzar en este país y no pasa nada. La ley existe para violarla.
Este puede ser el proceso electoral más complejo que haya vivido un instituto electoral en México por la cantidad de cargos a elegir. No solo se eligen cargos federales sino cientos de procesos a nivel estatal y local.
En la elección del año 2006 para elegir Presidente de México las encuestas electorales demostraron que eran un factor trascendental para transparentar el proceso electoral y que influían en todos los involucrados.
En primera instancia, los medios de comunicación reaccionaban cuando daban a conocer una encuesta. En segunda instancia, los candidatos reaccionaban a los datos y a la reacción de los medios de comunicación.
Por lo general el candidato que va en primer lugar sale a declarar que las encuestas reflejan el sentir de los electores hacia su proyecto. El segundo lugar busca una encuesta que contradiga a los otros estudios que lo ubican en segundo lugar. El tercero solo observa su crecimiento, si los datos son favorables siempre destacan el golpe de timón o que los indefinidos están viendo una opción de voto viable.
En tercera instancia reaccionan los ciudadanos que están interesados en asistir a votar. Se ha especulado sobre si las encuestas influyen para que el votante vaya a las urnas a depositar el voto por una opción específica. Existen estudios sobre casos específicos, pues se debe tener presente que cada proceso electoral presenta características propias y provoca una serie de eventos que las hacen únicas, así el resultado sea parecido o similar a una elección anterior.
En México el año 2000 llevó a Vicente Fox a la Presidencia de México, ganó el PAN. En 2006, Felipe Calderón se hizo de la Presidencia de México, ganó el PAN. En las dos últimas elecciones el PAN ha ganado los procesos electorales y en las dos elecciones arrancaron en segundo lugar, casos similares al actual proceso mexicano, pero nadie duda que la elección del 2000 fue distinta al 2006. El PAN ganó con costos mayores.
AMLO en el 2006 encabezaba las encuestas electorales con una cómoda ventaja que se fue esfumando poco a poco. No aceptó durante la campaña electoral que había perdido puntos, consideró que las encuestas electorales estaban “cuchareadas”, a pesar que los resultados de cada casa encuestadora comenzaban a coincidir.
Su estrategia contra las encuestadoras no funcionó, pero ha sido congruente en mantenerla. AMLO no confía en las encuestas a pesar del control de vocabulario e ira en esta campaña. Por el momento no tiene qué decir sobre los resultados, ya que el proceso electoral no le favorece.
Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto no discuten sobre las encuestas electorales, la ventaja que lleva el priista es amplia. Han sido los medios de comunicación y los políticos que rodean a los candidatos quienes han despertado pasiones e intepretaciones sobre las casas encuestadoras. Los periodistas no se han quedado atrás, todavía recuerdo a un furibundo Ciro Gómez Leyva criticando a Mercaei por poner cuatro puntos abajo a de Peña Nieto a la reciente electa –en ese momento- Vázquez Mota. Después vino GEA-ISA en febrero y sus datos reflejaron que la ventaja se había acortado.
Las encuestas son fotografías del momento y muestran retrospectiva, se juega con colecciones, series de ellas y las matemáticas para crear prospectiva, pero la encuesta como tal no mide eso. Las encuestas pueden variar en números, pero no en tendencias sin explicar el cambio, cuando pertenecen a una sola empresa.
Cuando las preferencias electorales cambian de manera brusca se revisan las encuestas anteriores de una misma casa encuestadora y se busca la reubicación de los números. Después los diversos eventos coyunturales que forman el contexto en que se levantó explican el cambio de la tendencia, no la encuesta, que solo refleja que hubo cambios, pero no por qué sucedieron los cambios ni el cómo.
Así como hay encuestas serias, hay encuestas “patito” y encuestas que no son encuestas. ¿Qué hace la diferencia? Las características del estudio, la transparencia en la metodología y, en casos muy especiales, que las bases de datos sean públicas. O sea, el lector de encuestas debe buscar siempre la información sobre cómo se ha hecho el estudio, sus objetivos, la empresa que la realiza y la metodología usada.
Las encuestas que no son encuestas no cumplen los requisitos de un estudio que sea representativo de una población específica o, en el peor de los casos, simplemente dan datos y no demuestran cómo los obtuvieron. Las patito hacen algo similar, aunque en los últimos años he visto que muestran metodología, pero a veces quitan un dato. Por ejemplo, si están compitiendo 5 partidos políticos y cuatro de ellos van en alianza y el otro solo, se pueden presentar los datos separados de los tres partidos y el que va solo; la metodología no ha fallado, pero sí hacen falta datos.
Otra cuestión es que las casas encuestadoras se pueden dividir en aquellas que hacen estudios para los medios de comunicación o que tienen una periodicidad constante para dar a conocer sus estudios, o sea, son públicos. Existen otras casas encuestadoras que sus estudios son privados o solo trabajan para los partidos políticos y no dan a conocer constantemente resultados políticos, sí de otros temas. Los partidos políticos dan a conocer las encuestas de estas empresas, las cuales cumplen los requisitos, el partido es el que puede mentir sobre los resultados o acomodarlos de manera que les favorezcan.
Actualmente en el proceso electoral mexicano federal tenemos varias casas encuestadoras que hacen estudios y con resultados públicos sobre las tendencias de votación: GEA-ISA, Consulta Mitofsky, BGC-Excelsior, Grupo Reforma, Buendía y Laredo, Parametría, etcétera.
Sobresale en el proceso electoral actual el ejercicio de GEA-ISA Milenio con una encuesta diaria o seguimiento diario. Todas las noches en el noticiero de las 22 horas el periodista Ciro Gómez Leyva presenta los resultados que proporciona la casa encuestadora, la cual es una de las más respetables del país. Las críticas al ejercicio no han faltado, pero creo que es necesario saber cómo se hace la encuesta. Para ello se debe consultar el documento que contiene “el método”.
Se puede observar en la encuesta de GEA-ISA/Milenio los cambios diarios de 1% o 2% que tienen los candidatos en la intención de voto. En el estudio que se presentó el 2 de abril, día 15 del seguimiento electoral, Obrador subió 1.4% y todo lo demás estable. Se puede argumentar que ganar o perder un porcentaje mínimo que se recuperará al día siguiente conduce a que las tendencias electorales se mantengan y que la encuesta esté influyendo sobre los votantes. Tendría que demostrarse.
La importancia del ejercicio de GEA-ISA/Milenio es que se puede observar en retrospectiva los resultados que han presentado. Además, ahí sí se pueden observar los cambios que pueden afectar a los candidatos.
Hace falta conocer los resultados de la primera quincena de la campaña a la Presidencia de México que presentarán el resto de las casas encuestadoras. Sabremos si hay cambios entre las mediciones o todas coinciden en las tendencias. Si los resultados se contradicen y nadie verifica la metodología entonces sí las encuestas se volverán un tema rentable para los partidos políticos.
Las encuestas han favorecido al sistema político mexicano, pues hace una década permitieron que muchos mexicanos confiaran en sus instituciones, pero si los ciudadanos no comienzan a entender cómo se realizan las encuestas y verifica la metodología entonces sí será presa de las propias trampas de los políticos.
El inicio de las campañas políticas en México han estado llenas de recuerdos, no porque Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador hayan regresados a sus lugares de origen o las casas que los hospedaron durante sus primeros años de vida, sino porque los candidatos a diputados y senadores son políticos tránsfugas, reciclados, o sea, el recuerdo de que ellos ya estuvieron en los puestos de elección y no lograron nada significativo.
La política se percibe desde lo local, se siente, porque es lo más cercano que tenemos como ciudadanos al poder y las autoridades. A lo lejos, desde la pantalla del televisor se observan las campañas presidenciales, pero en la calle, el trabajo, la escuela, se observan y se viven los movimiento de los candidatos a diputados federales y senadores que con los megáfonos y publicidad en papel buscan llenar las plazas locales donde arrancan sus campañas. El objetivo es tener llena la plaza y que nadie abandone como en el Estadio Azul. El objetivo a largo plazo es ganar “el distrito” y el estado, dependiendo cuál sea el puesto por el que se compite.
Vivo en Oaxaca, habito en el distrito 8 que se ubica en la parte sur de la ciudad de Oaxaca y ayer comenzaron las campañas con rostros del recuerdo, nada nuevo, aunque en el caso de mi distrito lo nuevo conducía a lo extraño, a lo desconocido, pues ninguno de los “nuevos” rostros se caracterizaba por tener un trabajo público desde la sociedad civil y en el territorio por el que quería competir.
En este lugar que habito se habló de judicialización del proceso en la izquierda partidista, el PAN siguió su institucionalidad y el PRI se arregló con escándalos internos que al final se calman cuando el líder habla. Aunque en las bases los rumores corren como pólvora para comunicar el “presunto” el voto diferenciado, la “traición” en la urna que viven los partidos desde los partidos. Nada halagador para salir a votar en por Diputado Federal. La izquierda lleva como candidato al líder de los ambulantes, Hugo Jarquín, de los otros luego hablamos, pues ya no importan al proceso electoral.
En candidatos a Senadores no hay gran cambio, el Partido Acción Nacional ha revivido a un viejo exgobernador priista de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirado. El PRI se aferra a un candidato derrotado en la elección de la alternancia oaxaqueña, Eviel Pérez Magaña, que responde a las órdenes del último exgobernador priista de este estado, Ulises Ruiz Ortiz. La izquierda partidista va con uno de los personajes más oscuros de la actual administración, Benjamín Robles Montoya, quien no ha logrado explicar de manera clara por qué dejó de vivir en Michoacán y luego comenzó una carrera política “exitosa” en Oaxaca desde las filas de la oposición, sólo los trascendidos de corrupción en la prensa oaxaqueña intenta dar luces no comprobables sobre este político de exportación. Ningún rostro nuevo inició su campaña el día de ayer.
Pasar por los lugares donde se presentaba el candidato te permitía observar a las decenas de autobuses llenos de acarreados que llenaron las plazas. Todos en grupos de 20 a 30 personas eran guiados por el líder, era sencillo reconocerlo: iba hasta adelante o en medio rodeado -protegido- por todos sus fieles acarreados. Sólo recuerdos del pasado mexicano del cual sólo espero una ruptura definitiva.
A nivel nacional los candidatos a la Presidencia de México se pelearon las primeras portadas y sólo Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota lograron llevarse las primeras planas, pues iniciaron a los pocos minutos de iniciar el periodo de campaña, si hubo algo novedoso en sus discursos, está por verse. Peña Nieto se fue a Jalisco para lanzar el claro mensaje de que pretenden quitarle al PAN uno de sus estados insignia. Vázquez Mota con solo aparecer nos recordó que la mujer ha ganado espacios en la política y que ella es lo más novedoso de este proceso electoral, no por sus ideas, propuestas o discurso, lamentablemente, sino solo por ser la primera mujer mexicana que puede llegar a ser presidente. Quadri quiere innovar para traer votos al partido Nueva Alianza que vive bajo la tutela y sombra de Elba Esther Gordillo, decide ser “diferente”, pero cae en lo hipster, se siente rockstar.
Lo interesante para el futuro de la política mexicana en el primer día fueron los llamados candidatos ciudadanos e independientes que no lograron su registro en el Instituto Federal Electoral. Los independientes también recuerdan lo gracioso que puede ser la política mexicana, por un lado Manuel Jesús Clouthier se ha convertido en un nuevo líder de la lucha por la legalización de las candidaturas ciudadanas e independientes, ha sido crítico con Acción Nacional, partido del cual se separó por considerar que se ha alejado de sus principios; por el otro lado, la cara risible del proceso está encabeza por “Juanito”, aquel personaje que AMLO intentó manipular para hacerse de Iztapalapa.
Recuerdo y futuro, continuidad y ruptura con la diversión de toda campaña política en México.
Una preocupación ha sido constante en mis últimos artículos en mi blog, conferencias y entrevista que he dado: Voto 2012.
Desde mi punto de vista no se trata de votar por la mejor mercadotecnia, aunque ella siempre busque el reino del voto subjetivo.
No se trata de votar por las propuestas más ambiciosas, pero irrealizables. Siempre debemos aspirar a lo más alto como seres humanos y como sociedad, pero hacerlo requiere un proceso, nada sucederá de la noche a la mañana.
No se trata de votar por el menos malo, sino de votar por aquel que se acerque más a nuestras perspectivas de país y sociedad: sueños y aspiraciones.
Mi preocupación es mayor cuando en la boleta electoral se encuentran opciones que no alteran a favor de la democracia al sistema político y sí que ponen en peligro a la democracia que hemos construido en el país desde hace décadas.
Para contribuir con el debate y la crítica que vaya más allá de la mercadotecnia política y la diversión del proceso electoral, he decidido hacer un Diario de Campaña, un Diario de Voto, un Diario donde se puede recordar que el proceso electoral no es un concurso de popularidad sino donde se decide el rumbo de nuestro país en los próximos seis años y que, probablemente, afecte tiempo después. Es necesario contextualizar el proceso electoral 2012 con la realidad del país. Es necesario entender que se vota en lo local, estatal y nacional; pistas, escenarios, lugares, contextos distintos y recordar que se conoce mejor a las opciones políticas desde lo local.
Comienzo este 30 de marzo de 2012 con el texto “Cuatro candidatos para 2012”. El blog se actualizará todos los días por la mañana.
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Cuatro candidatos para 2012.
El año 2012 en México empezó con la ruptura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Nueva Alianza (Panal) para competir en el proceso electoral federal en el cual se elegirá Presidente de México, Senadores y Diputados Federales. La ruptura, que mantuvo unido al PRI con el Verde Ecologista de México (PVEM), cambió el número de candidatos que aparecerán en la boleta electoral para presidente de México.
El Panal tardó varias semanas en decidir a su candidato. Gabriel Quadri es quien representa la imagen del partido más joven del sistema de partidos mexicano y el escenario no es nada favorable. El conocimiento que tienen de Quadri los electores es bajo y su presencia en los medios de comunicación comenzó a las pocas horas de iniciado el periodo de intercampañas, el cual impide a los candidatos hacer actos de proselitismos dirigidos a la población en general. A pesar de estas restricciones, el problema del Panal y de su candidato es la figura de la Elba Esther Gordillo, expriista y dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
A pesar de que Quadri haya sido un ciudadano y activista ambiental que mostró buenas ideas y trabajó desde la sociedad civil por construir un México mejor, su relación y dependencia con el Panal representa mayor costo político que beneficio para su candidatura. El mismo candidato ha intentado señalar que él sostiene el megáfono desde el cual puede cambiar al país o influir en la agenda de los partidos grandes. Ese no es el problema. La cuestión es quien le dio el megáfono: Gordillo y el sindicato que ha mantenido secuestrado al sistema educativo y que sólo vende su apoyo para la estabilidad política a cambio de beneficios en puesto de poder o para evitar reformas que los afecten.
Después de Quadri y el Panal, Acción Nacional, actual partido en el gobierno, decidió en un proceso interno de elección que Josefina Vázquez Mota se convirtiera en su candidata, haciendo historia como el primer partido con posibilidades reales de ganar la presidencia de México. El proceso interno del PAN mostró un partido político que poco a poco se ha pervertido y las prácticas que en algún momento criticó al PRI ahora se hacen en su interior: compra de votos, amenazas para votar por determinada opción, aprovechamiento de recursos públicos e insultos para tratar de ganar adeptos. Hicieron falta las ideas para propuestas, estuvieron presentes las ideas para la mercadotecnia.
AMLO es candidato a la presidencia de México después de 6 años de campaña, su lugar en el actual proceso electoral no es el que esperaba él, sus movimientos sociales y los partidos políticos que lo apoyan. Arranca en tercer lugar de las preferencias y su saldo de opinión se mantiene en números rojos. Desde su elección, por medio de una encuesta, no ha crecido, está estancado. La desesperación ante sus números lo ha conducido al pragmatismo político hasta llegar al extremo de otorgar candidaturas en el poder legislativo a personajes como Manuel Bartlett, ligados al régimen autoritario y el priismo salinista que tanto criticó el candidato; además, Bartlett es acusado de orquestar la caída del sistema que permitió el presunto “fraude” electoral en contra de Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del PRD. La izquierda se ha enfermado de poder, ya no se trata de propuestas para su campaña, sino como obtener la silla presidencial.
El PRI, PVEM y Enrique Peña Nieto desde octubre de 2011 poco a poco han caído en las encuestas electorales. La burbuja de números en la que vivían comienza a tener su tamaño real. El pasado reciente de los gobernadores, su pactos con el narcotráfico -como señala la DEA en el caso Yarrington-, abuso de poder, su deleznable institucionalización autoritaria y los pocos recursos del candidato para estar en una campaña competitiva los tiene al borde de una catástrofe electoral. ¿qué tan unido está el PRI? Se sabrá en lo local, cuando los inconformes tricolores hagan campaña de “manos caídas”.
Cinco opciones para votar en el 2012. Dos con posibilidades reales de ganar la presidencia: Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota. Una buscando no quedarse muy atrás: AMLO y la izquierda partidista. Otra buscando sobrevivir y estorbar a los punteros: Quadri y el Panal. La última, el reclamo ciudadano a la partidocracia y respaldo a la democracia: voto nulo o blanco.
El balance muestra a los partidos políticos más cercanos a las prácticas autoritarias que a las democráticas. A pesar de ello, una buena noticia: una mujer puede ser presidenta, que gobierne de manera democrática está por verse. Lo demás, es regresión pura al autoritarismo, que no será el de ayer, sino una versión renovada. ¿cómo votar cuando la realidad es opaca para la democracia y clara para buscar el poder por el poder?
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Nota: Artículo publicado en la edición de abril 2012 de la revista Mujeres
El proceso electoral mexicano está completo, no con tres sino con cuatro candidatos. Tres políticos con posibilidades reales de llegar a la silla presidencial y el cuarto, Gabriel Quadri, buscará que el Partido Nueva Alianza no pierda el registro e incomodar a algún partido grande, dependiendo los intereses del Panal.
Durante el mes de enero y la primera semana de febrero el Partido Revolucionario Institucional, que encabeza las preferencias, rompió su alianza con el Partido Nueva Alianza (PANAL), cobijado por el poder sindical de Elba Esther Gordillo Morales quien el 15 de febrero decidió dar la candidatura al ecologista Gabriel Quadri. Por su parte, el Partido Acción Nacional se convierte en el primer partido con posibilidades reales de ganar la elección en postular a una mujer, Josefina Vázquez Mota, al cargo más importante de la política mexicana. Los partidos de izquierda, aliados por la figura de Andrés Manuel López Obrador, evitaron la ruptura en la capital del país al elegir a su candidato a Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, exprocurador de justicia de la Ciudad de México. ¿Qué modificaciones en las tendencias electorales se presentaron durante el mes de enero y la primera semana de febrero?
Primero, las encuestas recopiladas para este análisis no miden la presencia de Gabriel Quadri como candidato del Panal, pero sí la ruptura que este partido tuvo con el PRI. Segundo, no todas las encuestas miden la elección de Josefina Vázquez Mota como candidata del PAN, solo la encuesta de Mitofsky que levantó después del proceso interno de mencionado partido. >/font>
Intención de voto por partido político o alianza
Durante el año 2011 se midió la preferencia electoral de tres fuerzas partidista bajo el argumento que son las opciones reales para ganar la Presidencia de México y dominar o controlar el poder legislativo. En noviembre escribí “¿Cuántos candidatos para el 2012?” señalando que eran tres las fuerzas políticas que pueden ganar las elecciones federales de este año, pero que los partidos políticos pequeños tenían su propio juego y apuestas en esta contienda electoral. El Partido Verde Ecologista de México ha estado aliado con el PRI desde la elección del 2003 y las probabilidades de alianza para la elección que viene era inminente, la alianza se logró. El Partido Acción Nacional nunca dejo ver que iba a aliarse con algún partido pequeño, si había un trascendido era con el Panal porque las posturas “ideológicas” del Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) estaban en el otro extremo. PT y MC terminaron aliados con el PRD y encabezados por AMLO. El Panal era la incógnita, pero en ese mes negociaba con el PRI.
En la primera semana de diciembre escribí “Tres candidatos para 2012” explicando que el Panal se aliaba con el PRI bajo la idea de evitar la pérdida de votos a pesar de que la suma de los partidos chicos a este instituto político fuera poca o casi nula. El Panal ganaba la permanencia de su registro al tener una alianza con un partido que lo cobijaría y un candidato rentable, como es Peña Nieto. Todo pensado en la lógica de los partidos políticos y con el pragmatismo de las ideologías que pueden promover en sus estatutos o principios.
En enero la situación cambió. La alianza del Panal con el PRI y el PVEM terminó. La misma lógica partidista no alcanzó para mantenerlos unidos debido a la repartición de candidaturas para el poder legislativo. Los grupos políticos locales conforman al partido y no son simples observadores de las decisiones de cúpula, las negociaciones son reales, pues una decisión unilateral puede llevar a la ruptura. El Panal opto por dejar al PRI-PVEM y los dirigentes tuvieron que ingeniarse un discurso moderado que no provocara un costo más alto del esperado por el rompimiento.
A pesar de las justificaciones que el PRI y Panal hayan esgrimido sobre su ruptura, el hecho habla de un fracaso político electoral, porque demuestra que no lograron construir un acuerdo sobre aquello que los unía, o sea, el pragmatismo político que practicaron salió contraproducente, pero los partidos apuestan a que los beneficios logren superar los costos.
Según las encuestas de Mitofsky, levantada del 14 al 18 de enero, y la de Parametría, levantada del 28 al 31 de enero, las intenciones de voto, sin candidato, hacia el Panal son apenas de uno por ciento.
En la encuestas que Parametría aplicó en enero, 2 a 6 y 28 a 31 de enero, el PRI comenzó su intención de voto en 39% y terminó con 36%. Perdió tres puntos porcentuales. En el caso de las dos encuestas de Mitofsky, la primera levantada del 14 al 18 de enero y la segunda del 6 al 8 de febrero, el PRI a mediados de enero tenía una intención de voto de 38% y en la segunda registró 37%, solo bajó 1%.
En el caso del PAN, la primera encuesta de Parametría lo situó en 23% en intención de voto y la segunda en 20%. En esta encuesta perdió 3% respecto a la primera medición. Mitofsky midió que el PAN a mediados de enero se encontraba con 24% de la intención y después de los resultados de su elección tenía 22%, perdió 2%.
El PRD y sus aliados comenzaron el año en la medición de Parametría con 17% de intención de voto, para la segunda medición el PRD registró 16%, perdió 1%. En los estudios de Mitofsky el PRD registró 18% a mediados de enero y la misma cantidad en la primera semana de febrero. A diferencia del PRI y PAN que cayeron en sus intenciones de voto, los partidos de izquierda se encuentran estancados. No perdieron votos, pero se mantienen como la tercera opción partidista y por abajo del 20% en intención de voto.
Todas las encuestas que se levantaron de enero a la primera semana de febrero miden que los “indefinidos, no contestó y no sabe” están por encima del 20%. La primera encuesta de Parametría, que fue la primera del año, señala que este grupo representa el 21%, siendo la medición más baja; dicha casa encuestadora en su segunda encuesta de enero señala que el número se incrementó hasta llegar a 27%. Mitofsky y Gea-Isa mide a este sector en 22%.
Los números de los partidos políticos sin candidato indican ventajas amplias entre el primero y segundo lugar en promedio 14%. También una ventaja clara y consolidada entre el segundo y tercero, en promedio 6.67%. Además, el porcentaje de indecisos permite señalar que la elección no está definida. Si los indefinidos fueran partido político, mandarían al cuarto lugar a la alianza de los partidos de izquierda.
Identificación de candidatos
Las empresas que se dedican a realizar las encuestas electorales nombran como “conocimiento” la identificación, saber quién es, que los electores hacen de los políticos que están compitiendo por ser precandidatos o candidatos a un puesto de elección popular.
Andres Manuel López Obrador (AMLO) y Enrique Peña Nieto (EPN) son identificados o conocidos por más del 95% de la población que tiene la posibilidad de votar el 1 de julio de este año. En este rubro los dos candidatos no tienen más que hacer, ya son conocidos, reconocidos e identificados como contendientes.
El trabajo en este rubro es para Josefina Vázquez Mota a quien las encuestas ubican en un rango que va de 74% (Parametría) a 85%, o sea, todavía no es conocida o identificada por un sector de votantes, que en comparación con AMLO y EPN representa 15%, si se parte que un buen conocimiento tiene como mínimo 95%.
Caso similar tiene el candidato del Panal, Gabriel Quadri, quien se suma a la lucha por la presidencia el 15 de febrero, sin posibilidades de origen de ganar la elección, pero sí buscar que el partido que lo postuló no pierda el registro. Si no hay un conocimiento del candidato, no puede haber una opinión de él que lleve al elector a emitir un voto por él.
Saldo de opinión
Si conocer al político es importante para que el elector pueda tener una opinión que lo lleve a emitir un voto por determinado candidato, el saldo de opinión es una limitante para incrementar o bajar en las tendencias electorales.
La medición de las opiniones sobre los candidatos en enero muestran que sólo Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota tienen un saldo de opinión positiva en los encuestados. EPN tiene el mejor saldo de opinión por arriba del 20%. Su saldo de opinión más bajo es de 21% y fue medido por IPSOS del 28 de enero al primero de febrero; el mejor dato en este rubro lo mide Parametría en su segunda encuesta de este año cuando el político mexiquense obtiene 59% de opiniones positivas después de restar las negativas.
Vázquez Mota ha ido creciendo en este rubro si se compara con las encuestas del año 2011, las cuales puede ver en “Encuestas electorales rumbo al 2012. Año 2011”, hasta consolidarse en el rubro de opiniones positivas. Su peor número lo obtiene en la encuesta de IPSOS con 6%, el mejor dato en la encuesta de Parametría obteniendo 45%. El saldo de opinión es favorable a la candidata del PAN en su competencia por el segundo lugar que mantiene con AMLO y la posiciona como la candidata directa a competir con EPN.
AMLO, el candidato de las izquierdas, sigue sumido en un saldo de opinión negativo y todavía lejos del cero. La peor medición en saldo de opinión para este candidato la mide la encuesta trimestral de GEA-ISA en la cual obtiene “-21%”. Su mejor número y único positivo es medido por Parametría en su segunda encuesta, 9%, pero en este estudio todos los candidatos salieron con número altos que mantienen al candidato de las izquierdas en el tercer lugar en materia de saldo de opinión.
Mientras AMLO no logre salir de los número negativos en materia de opinión es complicado que crezca en intención de voto. Su trabajo no es atraer nuevos votantes, sino demostrar que su imagen ha cambiado.
Intención de voto
Enrique Peña Nieto sigue en primer lugar en la intención de voto durante el mes de enero y la primera semana de febrero. A pesar de sus resultados las encuestas confirman que el candidato sigue cayendo en las preferencias electorales.
En el mes de enero Parametría y Mitofsky permiten observar la caída en intención de voto de EPN. La primera encuestadora midió a inicios de enero la intención de voto del priista en 49%, en la segunda encuesta el candidato obtuvo 43%. En un mes en las mediciones de Parametría perdió 6%. En Consulta Mitofsky EPN obtuvo en su primer estudio 41% y en el segundo 40%, solo pierde 1%.
IPSOS es la primera vez que mide intención de votos por candidato para la elección federal. En octubre IPSOS publicó una encuesta en la que medía las competencias internas. En el caso de Gea-Isa la encuesta de enero 2012 se puede comparar con la encuesta que dio a conocer en noviembre 2011. Peña Nieto obtuvo 44% en ese lejano mes y en enero 2012 41% en intención de voto, pierde 3%.
En el tracking poll que realiza Mitofsky, conocido como “Tracking Poll de Roy Campos”, Enrique Peña Nieto está bajando en las preferencias electorales desde octubre 2011 cuando registraba 47% y en la encuesta que esta empresa hace a inicios de febrero el candidato tiene 40%, ha perdido 7%.
Josefina Vázquez Mota vive el escenario contrario de EPN: está subiendo en las encuestas. El proceso interno del PAN permitió que la candidata se posicionara en todos los renglones, logrando que la intención del voto creciera en comparación al año pasado.
En las mediciones de enero sólo en las realizadas por Parametría la candidata baja, pero no miden su elección, ya que las dos se hicieron en el mes de enero. A inicios de año su intención de voto era de 28% y a finales del primer mes tenía 22%.
Mitofsky sí mide la elección de Vázquez Mota como candidata del PAN. En la primera quincena de enero la candidata tiene 23% de intención de voto y después del proceso electoral 24%.
IPSOS mide las intenciones de voto por la panista y obtiene 24%. Gea – Isa en su estudio de enero señala que la intención de voto por Vázquez Mota es de 21%, comparándola con su encuesta de noviembre 2011 donde la candidata obtiene 19%, ha crecido 2%.
El caso de Andrés Manuel López Obrador en párrafos anteriores mencionaba su situación se comprueba su estancamiento en intención de voto. El candidato de izquierdas está estancado y ya es el tercer lugar en el proceso electoral. Solamente la encuesta de Parametría que se hizo a inicios de año señala que AMLO tiene una intención de voto de 23%, el resto mide a Obrador por abajo del 20% y en un rango que va del 16% al 18%, número similares obtuvo durante todo 2011.
Bajar, subir y estancar
Enrique Peña Nieto baja en las encuestas, la pregunta es ¿cuánto va a caer el candidato priista y a que ritmo? En el caso de Josefina Vázquez Mota debemos preguntarnos ¿cuánto va a subir la candidata del PAN y a que ritmo? La combinación del ritmo de bajada y subida de los candidatos del PRI y PAN permitirán delimitar las posibilidades reales que tiene el segundo lugar para revertir las tendencias electorales. Por ejemplo, si atendemos el Tracking Poll de Roy Campos de octubre 2011 a inicios de febrero 2011 donde el priista pierde 7%, como promedio al mes pierde 1.75%. En este mismo periodo de tiempo y con el mismo estudio Vázquez Mota ha ganado 5.5%, o sea, gana 1.37% en las intenciones de voto por mes. La ventaja que lleva EPN en estos estudios es de 36% sobre la candidata panista.
Andrés Manuel está estancado y su trabajo no es la intención de voto, sino terminar con su saldo de opinión ¿podrá AMLO revertir su saldo de opinión y salir del estancamiento?
Hay otros factores que van a ser los que definan los ritmos de crecimiento. Primero, el PAN ya tiene candidata. Segundo, desde el 15 de febrero inició un periodo de intercampañas con nuevas reglas electorales que los partidos han aprovechado para generar una guerra de interpretaciones intentando cuidar a sus candidatos de una multa o mala imagen ante los electores. Las campañas iniciarán hasta finales de enero y se desconoce las estrategias para las semanas que falta de febrero y marzo. Tercero, el Panal y Quadri se convierten en un factor que a inicios de año ningún partido contemplaba, no se sabe, por el momento, a qué candidato y partido restará votos.
El proceso electoral está en desarrollo en términos de campaña para los partidos, aunque no para el IFE. En dos meses estaremos en el inicio de su climax y las tendencias electorales siguen demostrando que hay competencia, a pesar de la ventaja del PRI, la cual ya no es mayor a 20 puntos porcentuales.