Hace 20 años ningún líder de izquierda en México se hubiera atrevido a pedir que el TLCAN o NAFTA se mantuviera. Sí hubiera pedido el aumento salarial, pero no lo hubiera equiparado con Estados Unidos y Canadá.
El primer debate de estas elecciones es un reto para el INE como para los candidatos.
La semana fue del Bronco, el INE, el TRIFE y ese recuerdo que con corrupción se puede avanzar en este país y no pasa nada. La ley existe para violarla.
Este puede ser el proceso electoral más complejo que haya vivido un instituto electoral en México por la cantidad de cargos a elegir. No solo se eligen cargos federales sino cientos de procesos a nivel estatal y local.
A pesar del ruido que existió en los medios de comunicación por la aprobación y modificación de diversos impuestos, todavía no se puede saber cuál serán las afectaciones -o beneficios- que tendrán l@s mexican@s , especialmente aquellos que pagan impuestos. Por el momento se pueden apuntar algunas cuestiones que ya comenzaron a afectar a nivel estatal, a unos Estados más que a otros o de diversas formas, dependiendo su composición poblacional y geográfica.
En el caso de Oaxaca, una recaudación sustancial y un uso adecuado de los recursos podría cambiar la percepción negativa que se tiene del pago de impuestos, escenario que se puede repetir a nivel nacional. La Reforma Hacendaria permite recaudar más impuestos, pero todavía hace falta ver si se aplicarán de forma correcta.
Este análisis no pretende generar una lista exhaustiva de los pros y contras de la Reforma Hacendaria, toca dos puntos fundamentales que pueden afectar el ambiente y la movilidad de las personas en Oaxaca, sin generar cambios a su favor.
En la reciente Reforma Hacendaria, se plantea que los Recursos Mineros sean entregados a los tres órdenes de gobierno, favoreciendo en ganancias al nivel municipal, recibirá el 50% de los recursos recaudados por la actividad mencionada. La entidad federativa -en este caso Oaxaca- obtendrá el 30% y la federación solo el 20%.
A primera vista, la Reforma Hacendaria genera un “pro” en favor de los municipios que puedan explotar sus recursos mineros, ya que obtendrán ingresos considerables que pueden ser utilizados en para el desarrollo de su comunidad, catapultar a los habitantes a un nivel superior de vida.
La patología que puede surgir al entregar el 50% de recaudación de impuestos por los recursos mineros a los municipios es que actualmente no se cuenta con los mecanismos de control y rendición de cuentas para evitar la corrupción en este nivel.
Los presidente municipales al ver la oportunidad de tener más recursos, pueden promover a sus localidades con fin de atraer a los inversionistas de la industria minera, sin la necesidad de valorar las consecuencias medioambientales que acarrea el tener una mina.
En efecto, un “pro” de la reforma hacendaria que enamorará a cualquier presidente municipal que esté enterado de que en el subsuelo del territorio que gobierna hay minerales que interesan a muchas empresas, no se traduce forzosamente en beneficio para la comunidad y sí existe la posibilidad de generar mayores problemas a futuro.
Los proyectos mineros en Oaxaca han provocado en los últimos años división y asesinatos en poblados de Oaxaca, como es San José del Progreso o la Sierra Norte de Oaxaca, donde comunidades o algunos sectores de ellas que se oponen a los proyectos mineros se enfrentan casi solos a las transnacionales y, ahora, a los intereses de la clase gobernante que recibirá mayores recursos económicos. Mientras no haya mecanismos que garanticen la publicidad de las voces de las minorías, ni elementos de democracia participativa o directa que reflejen el sentir de la ciudadanía en estos territorios, las decisiones estarán en manos de los gobernantes. Unos cuantos tomarán una decisión que afectará la vida de toda una población de forma irreversible.
Estamos ante un impuesto que posibilita la aparición de un nuevo boom de minas a mediano plazo, pero 15 años después, los problemas quedan y el dinero se ha ido, como apunta Regina Ganem de Fundar.
Cultivos completamente deshechos tierras deterioradas o inservibles. Esto, una vez más, expulsa a la gente del campo a las ciudades, unos de los problemas de los que más padece México y que desenvuelve otra cantidad enorme de consecuencias. También están las afectaciones de tipo cultural, que son tanto materiales —como destrucción de centros ceremoniales y edificaciones monumentales— como inmateriales —prácticas y costumbres inherentes al espacio en donde se desarrollan—.
Con el contexto actual, se puede señalar que el escenario que se avecina es que los presidente municipales pueden ocupar este nuevo impuesto a favor de sus carreras políticas, heredando un futuro poco alentador a su población. Evitar este escenario se puede lograr si los mecanismos de democracia directa y la participación activa pueden evitar que el dinero recaudado quede en manos de la clase política.
Oaxaca es un exportador de mano de obra. El oaxaqueño de escasos recursos, comúnmente proveniente del espacio rural, tiene como una de sus pocas posibilidades para sobrevivir emigrar al norte de México o cruzar la frontera con Estados Unidos.
En la actualidad la migración de oaxaqueños hacia el norte se mantiene, pues la falta de empleos remunerados que alcancen para sobrevivir no se ha materializado en Oaxaca.
Ante esta situación, la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la Reforma Hacendaria, afectará la generación de empleos en la zona norte del país, pues para las empresas es preferible reducir empleos o moverse de país, antes que perder ganancias.
Aunque los senadores por Oaxaca, Eviel Pérez Magaña del Partido Revolucionario Institucional, y Benjamín Robles Montoya, Partido de la Revolución Democrática, hayan vendido la homologación del IVA como un acto de justicia para los pueblos del sur, la realidad supera a esta postura demagógica.
La maquila es uno de los motores de la economía del país y genera en el norte, los empleos que no se han generado en el sur por la falta de capacidad de los gobiernos estatales y locales para producir las condiciones que necesitan los inversionistas.
El 17% del Producto Interno Bruto se genera desde las maquiladoras, aproximadamente 5 mil 100 fábricas. Según el INEGI, emplean, con no muy buenos salarios, a 2.3 millones de personas.
Después de la subida de impuesto, el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación, reportó que 140 proyectos de inversión se han detenido.
A pesar de la idea de “justicia” por parte de los senadores, sería bueno preguntarles ¿cómo van hacer para recuperar esos 140 proyectos que iban a dar empleos a cientos de mexicanos, entre ellos, los obligados migrantes oaxaqueños que buscan sobrevivir?
En efecto, lo que se vende en el discurso no siempre es respaldado por hechos. Más allá de que Pérez Magaña y Robles Montoya hayan respondido a una lógica de disciplina partidistas, dogmática, recelo, odio o idea mal entendida de “justicia”, el ciudadano tiene la posibilidad de quitarlos del gobierno.
La Reforma Hacendaria aprobada por el poder legislativo en diciembre de 2013 mantiene la incógnita de su operatividad y aplicación, ya que el cabildeo entre los grupos de interés que representan a los empresarios ha logrado que el 27 de febrero de 2014, Enrique Peña Nieto, haya tenido que generar un “Acuerdo de Certidumbre Tributaria” que promete que los impuestos no volverán a subir en el sexenio.
Por supuesto, el acuerdo favorece a los que cabildearon, los empresarios, y no de forma general a la población.
Es cierto que ante la corrupción en los diversos niveles de gobierno, existe la percepción que los impuestos que se pagan no sirven a la población y sí al despilfarro particular de los gobernantes. A pesar de ello, el pago de impuestos y su correcta aplicación contribuye a generar mejores sociedades, mientras no haya mecanismos que permitan la participación ciudadana en la aplicación del dinero recaudado por el pago de impuestos, no existirá un incentivo de origen para pagarlos.
Comúnmente un empresario que domina un sector de la economía o está dentro del Top Ten de alguna rama de negocios no participa de manera constante en política, solo cuando la situación lo amerita, pues tampoco quiere verse como un apático ante la sociedad, o cuando sus intereses se ven afectados por cierto grupo en el poder político.
Del autoritarismo hemos heredado varias prácticas y creencias, algunas han arraigado en todos los partidos políticos, otras en la clase empresarial.
En la izquierda mexicana se considera que el empresario está coludido con el poder político y siempre es el poder, el mandamás, tras la silla presidencial.
En la derecha, el empresario es visto con buenos ojos y su interés es ayudar a los más desprotegidos. Por supuesto, su injerencia en política es mínima y la hace con buenas intenciones. Aunque en los gobiernos de derecha que se han tenido en México las ofertas en productos ha crecido, los dueños de las mismas son los mismos que compiten desde hace 40 o 50 años.
En fin, por cuestiones ideológicas que identifican a millones de mexicanos los empresarios son dioses o demonios. Las posturas no solo se excluyen, sino que tampoco humanizan al empresario, prefieren el mito que justifique sus fobias y alianzas.
En el caso del empresario mexicano, son muy pocos aquellos que han decidido apostarle a la democracia para generar libertades económicas. La mayoría de los empresarios mexicanos prefiere el neoliberalismo protegido con autoritarismo y si se puede, que mejor si es un totalitarismo como el chino.
China ha demostrado que capitalismo y comunismo son una formula que funciona. Aunque para ser más exactos, tenemos que decir el que sistema de partido único ha permitido que el capitalismo fortalezca al modelo político comunista. Hoy es un monstruo que logró combinar dos entes que tienden a dominar todo. La ideología permite el manto que cubre la ignominia y la propaganda que promete el paraíso solo ha traído un devastador infierno.
Por supuesto, nuestra izquierda se rompe las chanclas de diseñador italiano en las marchas hablando del del desgarrador neoliberalismo y quiere acabar con la democracia que les garantiza la protesta. El problema es que no hemos separado de manera clara la política de la economía.
En México tenemos ejemplos notorios de la intervención de los empresarios en política, no violando una ley, sino mostrando el poder que tienen para expandir una opinión e influir en el resto de los interesados en la opinión pública. Cuando dos empresarios controlan los medios de comunicación y la opinión de uno es contraria a la de ellos, la vida privada se convierte en pública. Ningún mecanismo se escatima para parar las críticas. Por supuesto, los últimos años muestran que se necesita ser dócil para aplicarlos. El movimiento de jóvenes tuvo puertas abiertas para en cualquier momento señalar su intolerancia, pero también para mostrarle su compromiso a cambio del olvido de sus peticiones o sacar la petición de “cadena nacional” de la agenda pública. ¿han visto en estos días alguna propuesta que reforme el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (COFIPE) para que cada debate sea transmitido por cadena nacional?
El 2006 fue una lucha entre empresarios y la izquierda partidista. El 2012 un intento de reencuentro que no cuajó.
En el fondo de las cosas, los empresarios no han buscado la plena libertad, autonomía de la clase política, la necesitan, no solo para hacer negocios, sino para protegerlos de la competencia que puede terminar con ellos.
El encuentro entre Soriana y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es una muestra de esa complacencia que tienen por trabajar juntos sin separar sus sistemas y lógicas. Es el PRI quien defiende la honestidad y decencia de la cadena de súper mercados, no los empresarios mexicanos. El silencio es casi total. La izquierda partidista y sus “charola” es otra muestra de que también hay empresarios que logran hacer negocios con ellos y están dispuestos a tolerar sus excesos mientras los favorezcan en los negocios y protejan del extranjero “explotador”.
El empresario mexicano no ha defendido el liberalismo que garantiza su existencia, sino su existencia a costa de sacrificar las libertades de los demás.
Si algo hemos visto en este proceso 2012 es que el descaro para apostar con su dinero a la manipulación de la opinión, ha pasado a los canales privados de la política mexicana.
El empresario dice desconfiar de quienes lo acusan y pide confiar en él sin presentar las muestras claras de su lucha por el bien común. Hemos heredado empresarios que prefieren a “Papá Gobierno” para que decida quién sí sube de clase económica y quién baja.
No hay luces de tener una clase empresarial que sea contrapeso de la clase política, solo cómplices autoritarios.
Lamentable el momento que está viviendo España en materia económica, la crisis tiene a miles de españoles sufriendo todos los días como muchos mexicanos sufrieron en 1994 y sufren en la actualidad. Para colmo de la crisis, España se ha visto en vuelta en la expropiación de YPF por parte del gobierno argentino, pues Repsol tiene acciones de la empresa en cuestión. Petróleos Mexicanos (PEMEX) tiene acciones de Repsol. Se llama proceso de globalización económica, todo está interconectado, todos dependen de todos y aquellos que se salen de la cadena dañan al resto, aunque con el paso del tiempo también se dañan y piden ser rescatados.
Aunque se lamente la crisis de España, pues siempre se lamenta que los seres humanos sufran por culpa de sus políticos, el suceso de expropiación de YPF por el gobierno argentino más la visita programada del Presidente de España, Mariano Rajóy, han caído como anillo al dedo al proceso electoral mexicano. La historia de México, España y Argentina están unidas por los diversos acontecimientos que se han dado desde la conquista. Cuando un país latinoamericano se ve involucrado en un problema con España todo el vecindario se posiciona. Si se trata de definiciones en materia económica el tema crece y el debate ideológico comienza.
En América latina el modelo económico de un país se debate entre el neoliberalismo y el nacionalismo económico. El vecindario está dividido con varios matices, pero los bloques quedan claros. Por un lado está Venezuela y los gobiernos que han abandonado el neoliberalismo o, al menos, ven con cierto desdén a los países del norte. En el otro lado, están los países que no han abandonado el neoliberalismo y tampoco tienen fricciones con el norte, no precisamente una dependencia de ellos y sumisión.
La economía y el modelo que debe seguir México siempre ha estado a discusión en campaña, los partidos opositores se quejan del poco crecimiento, los pobres y la mala distribución de la pobreza. Aquellos que están en el partido oficial señalan que “hace falta mucho por hacer”, pero que el camino es adecuado.
Ahora que ha sucedido la expropiación de YPF, la afectación de los intereses españoles y la presencia de Rajoy en México, los candidatos a la Presidencia de México tuvieron que sortear la difícil prueba de ser claros en un tema que no solo iba a ser atendido por los votantes mexicanos, sino por todos los gobiernos del mundo. La reunión con el Presidente de España, permitía a los países observar cuáles son las posturas que tiene cada candidato en materia económica. A los mexicanos, permitía por fin tener en un escenario con poco margen de maniobra a los candidato para definirse sobre un tema trascendental. El eco de Rajoy en México y la reunión con los candidatos mexicanos ha estado en la prensa internacional. El diario español El País dio cobertura oportuna al evento y mostró que hay indefiniciones y también lamentaciones. Deja claro que sólo Vázquez Mota condenó la expropiación; que Andrés Manuel López Obrador señaló que no expropiará y; Peña Nieto, aclaró que abrirá PEMEX a la inversión extranjera.
En otras palabras, Peña Nieto y AMLO fueron diplomáticos, buscaron las “medias tintas” sobre el tema. Solo Josefina Vázquez Mota dejó en claro que ella no está de acuerdo con el modelo económico que la izquierda latinoamericana simpatizante de Hugo Chávez propone.
Andrés Manuel López Obrador reconoció que ha sido diplomático con Rajoy y que no tocaron el tema. El encuentro se puede definir como el diálogo o intercambio de ideas entre la derecha europea moderada y la izquierda partidista mexicana, vario pinta. En el caso de AMLO, permitió observar que el PRD y su candidato no se han movido ni un ápice en sus concepciones y propuestas económicas que vienen impulsando desde la década de los noventa. Además, que no hay una comunicación efectiva entre partido y candidato. El PRD felicitó a la Argentina, mientras AMLO señaló que por respeto a la soberanía no opinaba.
AMLO no está muy lejos de las posturas de la izquierda populista latinoamericana, no es ningún Chávez, pero sí podría ser una Cristina Fernández de Kirchner, o sea, alejarse del neoliberalismo, revivir el nacionalismo económico, sin la necesidad de llegar al “socialismo del Siglo XXI”.
Enrique Peña Nieto ha sido el menos claro de los tres. Señaló a su salida que busca abrir PEMEX a la inversión extranjera, pero nunca se definió sobre el tema de la expropiación que hizo Argentina de YPF y la afectación que provocó a España. La izquierda partidista y el PRI siempre han tenido similitudes, EPN y AMLO se refugiaron en la idea de la neutralidad en materia de relaciones exteriores y la no opinión sobre temas que afectan la globalización. Ninguno de los dos quiso ser claro en el tema, decidieron que se respetara la soberanía de Argentina y callaron, pero este tipo de actitudes recuerda que en nombre de la estabilidad política interna e internacional los gobiernos guardan silencio cuando en otros territorios se hacen matanzas o se violan los derechos humanos. Por ejemplo, si algún país se pronuncia en contra del gobierno de Cuba, lo acusan de intervencionista o enviado del imperio. Si ellos reconocen la educación en Cuba, no hay intervencionismo sino la plena admiración a un país que ha hecho las cosas bien en algún sector fundamental.
Josefina Vázquez Mota sí ha dicho qué piensa de la expropiación que hizo Argentina y con ello ha hecho lo que todo político debe hacer cuando se trata de temas torales: definirse. Se puede estar de acuerdo con la postura de la candidata panista o no, pero demuestra que hay una postura pública y que no se calla lo que piensa.
Siempre es preferible saber qué piensa un político a solo escuchar como da vuelta a un tema del cual es necesario saber su postura. AMLO ha dicho que él consultaría sobre el tema del aborto a la ciudadanía, me parece acertada su idea, pero eso no impide que él tenga una postura, la tiene, pero por estrategia electoral y cobardía a enemistarse con algunos posibles electores no la manifiesta. El caso de EPN es peor, él y su partido nunca se han manifestado en temas torales, solo buscan resolver problemas inmediatos, coyunturales, no el futuro de México.
La presencia de Rajoy en México ha servido a la campaña electoral para que el mexicano observara que no todos los candidatos están dispuestos a decir qué harían ellos como gobierno en una situación como la expropiación de YPF, se han visto cobardes, pero sobre todo que ellos solo están viendo por las elecciones. Alienta más un político con posturas y que muestra qué haría como gobernante. Es preferible un gobernante que tome decisiones a uno cobarde que por quedar bien con todo el mundo, no quede bien con nadie. Al menos sabemos que en materia económica el PRD y AMLO van hacia un modelo parecido al argentino; EPN y el PRI que nada cambie y; Vázquez Mota en la lucha por el liberalismo económico que necesita urgentemente terminar con la corrupción que habita en el mercado global.