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Después de un mes de noviembre que logró otorgar mayor certeza al proceso electoral federal para elegir Presidente de México en 2012, las conclusiones y consecuencias de diversas luchas políticas al interior de los partidos políticos están a la vista de la opinión pública.
Es un hecho que Andrés Manuel López Obrador estará en la boleta electoral para presidente del país y que los partidos de izquierda han logrado salir unidos del proceso de elección interna, la cual a diferencia de otros años, se ha realizado por medio de una encuesta electoral que fue promovida por el hoy candidato de la izquierda partidista y Marcelo Ebrard. En este sentido, es necesario apuntar que los partidos políticos de izquierda solo presenciaron cómo resolvían la competencia los políticos mejor posicionados; o sea, la institucionalización de los partidos de izquierda ha caminado hacia la voluntad de los políticos que compiten por puestos de elección no hacia reglas claras e instituciones de corte democrático que permitan la competencia electoral interna.
En el PRI las cosas siguen como al inicio, Enrique Peña Nieto se mantiene como el político mejor posicionado en el tricolor y Manlio Fabio Beltrones está teniendo una campaña interna totalmente testimonial. En este partido, lo importante es señalar que su alianza con el PVEM y Panal es un hecho, permitiendo que para el 2012 solo existan tres candidatos a la Presidencia de México.
Sólo falta el Partido Acción Nacional (PAN), quien por segunda vez competirá solo en una elección donde se elige presidente, para definir qué político o política los representará en el proceso que se avecina. Hasta el momento Josefina Vázquez Mota encabeza las preferencias electorales con cómoda ventaja, es seguida por Santiago Creel y en un tercer lugar que se está convirtiendo en “testimonial” esta Ernesto Cordero. Esperan los tiempos de los procesos internos del PAN.
Aunque ya hay un candidato definido, AMLO, quien arranca en tercer lugar de las encuestas si sólo se toma en cuenta a los punteros de cada partido político grande, se puede señalar que la mayor certeza que nos ha dado el mes de noviembre es tener definido el número de candidatos que competirán por la presidencia del país.
El tener 3 candidatos electorales define las opciones de voto entre aquellos que piensan hacerlo en 2012, sólo es necesario agregar la opción de “anular el voto” o “voto en blanco”. Para fines de elección de Presidente de México, las opciones son tres, pues la cuarta forma de votar es una protestas hacia nuestra clase política que no termina por incidir en la definición del presidente, pero sí en su legitimidad.
Si hay tres candidatos, es probable que se pueda tener un escenario donde la elección sea entre dos opciones política, similar a la que sucedió en materia de preferencias electorales en 2006. Donde el tercer lugar simplemente llegó con su posición definida al final de la contienda y buscando no perder más votos que le impidieran tener un número destacado de diputados.
Por supuesto, es probable que el escenario de una competencia cerrada entre los tres candidatos exista, pero para ello tanto la izquierda como la derecha partidista necesitan convencer a los ciudadanos mexicanos de salir a votar. En ese sentido, el primer reto que tienen hoy los partidos políticos de izquierda y derecha es que la gente salga a votar.
El mes de noviembre ha sido de los partidos de izquierda, pues han logrado cambiar la agenda política al estar unidos y AMLO repetir como su candidato. Peña Nieto sigue manteniendo la preferencia en las encuestas, pero ya es un hecho que está estancado. El PAN, vive su propio dilema. México tiene contienda partidista, ahora falta saber si los mexicanos provocarán la contienda electoral.
Nota: Publicado en la edición de diciembre de la revista Mujeres
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