El siguiente texto fue leído por el autor en el programa radiofónico “Acceso” del Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública (IEAIP) de Oaxaca que se transmite por Radio Universidad y se puede escuchar en el portal www.ieaip.org.mx
OAXACA, México.- La pregunta: ¿cuál es el rol de la transparencia ante el gobierno de la alternancia en Oaxaca? es para debatir en lo público, en el espacio público que en los últimos años se ha creado entre los oaxaqueños para reconocernos como iguales, o sea, aceptar que todos somos diferentes. Si me preguntan por la libertad, esta ya está incluida en el hecho de reconocer un espacio de debate en donde los no consanguíneos se reconocen para escuchar y ser escuchados. Mis respuestas a la pregunta sobre la transparencia y los nuevos “políticos” de la transición política en Oaxaca, que no son demócratas y que tienen orígenes autoritarios y cuestiones que se debaten en su interior, son igual que el régimen, políticos en transición, son las siguientes:
1.- En el centro tiene que estar la rendición de cuentas. Los políticos de la alternancia deben de entender y tener muy claro que los espacios para esquivarla y hacerla un trámite engorroso deben ser sacados de la ley. Si hay un interés por la democracia, sincero y no sólo electoral, tendremos que asistir a una segunda reforma en la Ley de Acceso a la Información pública en Oaxaca, esta tendrá que versar sobre el finiquito de los espacios que tienen los políticos para no dar la información que se solicita o llevar al límite en tiempo a los ciudadanos que tienen un interés por conocer la utilización de los recursos públicos, porque hasta el pago de un salario a un político, es un gasto público.
2.- Voluntad a la transparencia. He insistido en este punto que demuestra que estamos en un proceso de tránsito en el régimen político oaxaqueño que va del autoritarismo a la democracia, porque con los resquicios de la ley y las vueltas del tiempo que nos pueden llevar hasta un cuarto del año en una solicitud, el éxito de la rendición de cuentas depende de la voluntad que tengan los políticos y funcionarios públicos para otorgar la información, no solo la que otorgan de manera encriptada en un lenguaje técnico cuando se logra ganar una solicitud, porque que te entreguen información es como un triunfo de un equipo chico contra aquel que ha dominado la liga desde su fundación, sino aquella voluntad por explicar las cosas con manzanas y palitos o con bolitas y palitos, ¡ve! ¿cómo todo puede ser enredado cuando no es nuestra materia? Si en algo se tienen que diferencias nuestros “nuevos demócratas” o seres en tránsito, tiene que ser en esa voluntad que el viejo régimen, o sea, el que termina este primero de diciembre del 2010, no mostró en estos años.
3. Pregúntele al IEAIP que onda con su solicitud, satúrelo de dudas, exíjale que baje a explicar de la manera más sencilla y clara cómo se pregunta, cómo la ley puede cercar a un político oscuro y -comúnmente- corrupto que no quiere decirle como se gasta la lana pública, o sea, de todos.
4. No hay preguntas absurdas, pero si morbosas, aun así, con el morbo de alguna persona nos enteramos del valor de las toallas de Vicente Fox y Marta Sahagún. Aunque estas preguntas puede que no lleven a mucho, llevan a algo fundamental: desnudar a los políticos que ven como un negocio a la política. En este punto, la transparencia y la democracia no dependen en gran parte de los políticos, ellos son sólo los representantes de la ciudadanía, ¿entonces? Depende del trabajo organizado y constantes de la sociedad civil por cercar y borrar del mapa electoral a los representantes, escúchelo bien, del pasado autoritario. Tengamos voluntad a la transparencia, tengamos tiempo para, si lo quiere ver así como yo, de joder al político que nos quiere joder cuando tenga un poco de poder. ¿cómo lo hacemos? Preguntándole que está haciendo en el puesto que decidimos otorgarle.
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