Enrique Peña Nieto en Tercer Grado. #DiarioDeCampaña D56

Peña Nieto en camión
El camión del PRI/ Foto by: @chanssoto

Fue obvio el cambio de comportamiento en los periodistas de Tercer Grado ante Enrique Peña Nieto, callaron cuando el candidato del Partido Revolucionario Institucional alzó la voz o se sintió interrumpido. No hubo risas entre periodistas y candidato, solo un supuesto ambiente tenso. En conclusión, los periodista trataron de manera respetuosa a Peña Nieto y no con jerga de “cuates” que llegó al insulto con Josefina Vázquez Mota.

Escribí en este #DiarioDeCampaña que si los periodistas de Tercer Grado cambiaban el comportamiento que tuvieron en la entrevista con Josefina Vázquez Mota con Enrique Peña Nieto, solo provocarían que las versiones a favor de “Televisa y su candidato” crecieran. Se ha cumplido: los periodistas de Tercer Grado se quedaron callados cada que el candidato quiso.

No existieron periodistas aguerridos que quisieran descifrar la -posible- estrategia del candidato, confundieron lo frontal con profundidad. No por preguntarle al candidato todos sus delitos logras obtener información, aportar datos que se desconocían o sacarlo de su estrategia.

Desde el inicio de la campaña Enrique Peña Nieto ha recibido ataques, preguntas frontales y a todos contesta con la retórica que lo caracteriza: generalizando, no da datos específicos, repite la idea general de sus pronunciaciones y señala que toda crítica es descalificación.

Enrique Peña Nieto está acostumbrado a este tipo de entrevistas, los periodistas de Tercer Grado no buscaron hacer algo distinto. La otra opción del candidato ante la prensa, es asistir a medios de comunicación que respaldan su liderazgo y no hacen ninguna pregunta sobres las críticas que mantienen diversos grupos de la sociedad civil.

Tercer Grado optó por el ataque frontal que no aporta nada y que solo permite al político contestar sin decir nada. En efecto, Peña Nieto salió bien librado del programa de los periodistas sin la necesidad de tener una táctica o técnica especial para esta entrevista. Lo logró porque los periodistas lo permitieron, porque dejaron que él llevara el ritmo y condujera la entrevista.

A pesar del papel de los periodistas de Tercer Grado y su poca preparación para la entrevista, quedan diversos detalles de las respuestas de Enrique Peña Nieto que muestran a un candidato lleno de lugares comunes y contradicciones. Veamos algunas de ellas.

  • Los gobernadores buenos del PRI. Enrique Peña Nieto para deslindarse de los gobierno corruptos y violadores de derechos humanos como los que encabezaron Ulises Ruiz Ortiz, Mario Marín, Tomás Yarrington, Humberto Moreira, etcétera, puso de ejemplo al Gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, y al de Veracruz, Javier Duarte Ochoa. Si ese es el nuevo PRI, el de los jóvenes, no hay diferencia sustancial con el pasado. Los “Duarte” se han caracterizado por el poco empeño en materia de seguridad que ha provocado muertes de activistas y periodistas hasta en año electoral. Segundo, los cárteles de la droga siguen controlando el territorio y si por algo son noticia, es porque no apoyan las acciones de las fuerzas federales o por la detención de funcionarios de municipios o burócratas estatales que trabajan para los cárteles de la droga.
  • Aciertos del PRI en el México Moderno. A ciencia cierta nunca me quedó claro a qué se refirió Peña Nieto. Si se refiere a los aciertos del PRI como instituto político, será a su sobrevivencia política después de la alternancia, o sea, evitar que la democracia avance para que los rastros del régimen autoritario desaparezcan.
  • Transición política. Peña Nieto habla de la transición política como si fuera una lucha contra alguien más, desaparece el objetivo de la misma: el régimen autoritario. La transición es de los ciudadanos, de acuerdo con Peña Nieto, pero se materializa en la clase política con los partidos políticos que lucharon por ella: PAN y la izquierda partidista. En otras palabras, la transición y el avance de la democracia en el régimen se logró luchando contra el PRI. Que hoy el PAN y la izquierda partidista no representan a muchos grupos sociales que luchan por la democracia es distinto, pero no por eso el PRI representa la democracia, sí la sobrevivencia del autoritarismo.
  • Tengo una relación de respeto. Con todos los personajes del PRI que tienen un pasado político lleno de prácticas autoritarias, Peña Nieto declara que tiene una “relación de respeto”. Su respeto, hace referencia a que ellos saben lo que han hecho y es su vida, pero nunca señala que los combatirá. Por otra parte, ¿Por qué tener una relación de respeto con alguien que no ha tenido respeto con la población mexicana?
  • El PRI y lo malo. Peña Nieto dice estar en desacuerdo con todo lo malo del PRI, pero solo se ha desecho públicamente de lo malo del PRI cuando lo “malo” es descubierto. Sin duda, esta es su peor contradicción, estar en contra de las prácticas autoritarias del PRI, que no son pasado y sí presente, y representarlo en estas elecciones.

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