Hechos y calumnias en la campaña electoral 2015

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, TEPJF, ha declarado que todo acto demostrado, un hecho comprobado, de un político puede ser utilizado por los partidos políticos para favorecer su imagen o denostarla cuando estén en campaña electoral.

En otras palabras, la autorización del TEPJF permite transmitir el spot que indica que Enrique Peña Nieto, Presidente de México, llevó 200 personas como invitados especiales a su viaje al Reino Unido cargando el costo al presupuesto público, o sea todos pagamos por ese viaje. También está permitido que se transmita el spot donde se muestra que el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, mandó a construir una presa en terrenos de su propiedad.

El límite, según el TEPJF, es que no se calumnie a ningún funcionario. Si se piensa en los spots autorizados para transmitirse se puede concluir que son hechos verdaderos, o sea que sucedieron. Por lo tanto, no hay descalificación, mentiras o campaña sucia en contra de estos políticos, sino la demostración de sus excesos y los niveles de corrupción que existen en los niveles de gobierno en México.

Bajo esta línea argumentativa del TEPJF se puede asegurar que los mexicanos ahora tienen argumentos suficientes, basados en información que el TEPJF considera comprobable para analizar por qué corrupto quiere votar. Uno que descaradamente se lleva a 200 personas a un viaje o por aquel que se hace una presa para que no le falte el agua o pensando que será un negocio importante cuando esta se privatice.

Diputables

No faltarán más escándalos, posiblemente veamos a los políticos panistas que contrataron sexoservidoras para divertirse una noche. También a perredistas pidiendo dinero a empresarios, podría regresar el video de Carlos Ahumada, pues no es difamación, sino un hecho comprobado. También a los priistas y sus casas a nombre de sus esposas, como las de Enrique Peña Nieto o Alejandro Murat.

Total, la autoridad electoral ha avalado que estas cosas que antes eran “calumnia” o “difamación”, son hechos comprobados.

Será una campaña de “escándalo” viendo al TEPJF y el Instituto Nacional Electoral cómo define qué es un hecho y qué una calumnia. Eso sí, los electores tenemos más elementos para observar cómo se ha podrido la clase política mexicana.

Una versión de este post se publicó en la edición del mes de mayo 2015 de la revista Muejeres.

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