¿serán diputados mexicanos?

Oaxaca, México.- Hay un interés desmedido por saber si Gabino Cué Monteagudo le gana al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y así Eviel Pérez Magaña hace historia como el candidato que hizo naufragar el barco autoritario.

A pesar de que la oposición pueda adueñarse de la silla de gobernador esto no significa ganar todo, pues gane quien gane, el poder para “transformar” Oaxaca forzosamente tiene que pasar por el poder legislativo estatal y los diputados.

En efecto, para poder terminar con el régimen autoritario la alianza opositora no sólo debe ganar el gobierno del estado, sino debe ser mayoría en la Cámara de Diputados. En el caso de que esta no gane las suficientes curules será difícil que el proyecto de instaurar una democracia se lleve a cabo, pues la mayoría de sus propuestas residen en hacer una serie de reformas y creación de leyes, estas nos las aprueba el gobernador, sino el poder legislativo.

Entre los planteamientos que se pueden localizar en las propuestas de campaña de los partidos de oposición destacan el referéndum, plebiscito, nueva Constitución estatal, revocación de mandato, por mencionar algunas, todas estas propuestas que intentan generar una democracia participativa no existen en Oaxaca y para que ellas se puedan hacer realidad, tienen que ser discutidas y aprobadas por los diputados locales. De allí que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) pueda obtener una victoria al ser derrotado en el puesto de gobernador, pues si logra que la oposición no controle la Cámara de Diputados, sabrá que el gobierno opositor estará limitado al menos por la mitad del mandato.

Al escenario de una falta de mayoría en la Cámara de Diputados local, tenemos que sumar que actualmente el tricolor controla las diputaciones federales de Oaxaca. Si en algo sobresalen los diputados priistas federales es en conformar el “Bronx Oaxaqueño”, grupo que no sólo es bravo, sino fiel a Ulises Ruiz Ortiz.

Los diputados federales tienen una función específica cada fin de año, ya que ellos son los “cabilderos” de los gobiernos estatales para buscar mayores recursos y así el gobernador pueda realizar las obras que tiene planeadas.

Este año Oaxaca recibió uno de los presupuestos más altos de su historia. Si la oposición gana, no debemos pensar que los “dipu-bronxs” querrán darle dinero a Cué para gobernar mejor. Al contrario, los priistas buscarían la reducción presupuestal para limitar al actual frente opositor.

Es por ello que las elecciones estatales de este año no sólo deben importar por quién gane la silla de gobernador, sino porque el elector debe entender que un voto diferenciado perjudicaría a los dos posibles gobernadores. Algo similar le podría pasar a Eviel Pérez Magaña si llega a ganar la gubernatura y la oposición gana el poder legislativo, pero su escenario no están difícil de resolver, ya que este tendría que pasar por la disciplina política de los diputados de oposición ante sus partidos. En este caso, la alianza opositora sólo puede durar unida hasta que comience el gobierno.

Aun así gane Cué las elecciones y gane el poder legislativo, tendría que existir una disciplina parlamentaria que no ha existido en una oposición caracterizada por las traiciones. De allí que se pueda afirmar que el PRI puede ganar aunque pierda la silla de gobernador, esta se ha convertido en el símbolo para incitar al voto, pero el legislativo es algo más importante en un proceso electoral como el que se está viviendo en Oaxaca.

Nota: Publicado en la revista Mujeres del mes de mayo de 2010