Oaxaca, México.- Este año se llevará a cabo el proceso electoral federal para elegir Diputados*, que reviste un valor fundamental en tiempos actuales. En él se eligen a los actores políticos que decidirán el rumbo del país en los próximos 3 años.
El poder legislativo, conformado por Senadores y Diputados, ha ido ganando importancia en el sistema político mexicano, desde la transición a la democracia ocurrida en la década de los noventa; su protagonismo se debe a que el Congreso de la Unión decide el presupuesto que recibirá el poder ejecutivo y los estados que integran el país; además, es este poder el encargado de hacer las leyes que rigen la nación.
Cuando la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) reinaba por todo México, el poder legislativo simplemente se dedicaba a avalar lo que el Presidente de la República necesitaba. Fue después de las elecciones federales de 1988, marcadas por el fraude electoral, cuando los partidos de oposición comenzaron a tener presencia real en el espectro partidista. Antes de ese proceso, estos partidos tenían una presencia mínima que no les permitía influir en las decisiones que se tomaban en la sociedad política.
La década de los noventa marcó el fin de la hegemonía priista en el poder legislativo; esto tuvo como consecuencia que, toda propuesta presentada por el Presidente de la República, Diputados y Senadores, tuviera que buscar el consenso entre diferentes fuerzas políticas. Por lo tanto, el Congreso de la Unión dejó de ser la pasarela del partido en el gobierno, para convertirse en el lugar plural donde se deciden los presupuestos públicos del país y se construyen las leyes que rigen a la sociedad mexicana. El legislativo permite el ‘equilibrio de poder’ del sistema político mexicano; sin él, la oportunidad de tener diferentes posturas ante lo que sucede en el país, sería imposible
Elecciones intermedias desde 1991 al 2003
Las elecciones federales intermedias, tuvieron una importancia fundamental en la estructura del régimen político mexicano, ya que éstas permitieron que la ciudadanía haya podido elegir a los representantes que, aparentemente, llevaron sus propuestas a la máxima tribuna de la nación. Los diputados, son el vehículo por el cual los ciudadanos pueden presentar propuestas que mejoren a la sociedad mexicana. Sin embargo, los representantes legislativos cada día están más lejos de sus representados.
Local
En Oaxaca las elecciones federales también tienen un peso fundamental para el gobierno de Ulises Ruiz como para la oposición. En el caso del PRI-Gobierno, significan mantener la hegemonía como fuerza política en elecciones: nunca han perdido en elección federal intermedia. Para la oposición su punto de partida es una revisión “qué tan bien o mal” se encuentran situadas en las preferencias electorales. Su mejor escenario, sería ganarle al PRI el distrito de la Ciudad de Oaxaca; pero, el escenario más posible marca una disputa entre las distintas opciones partidistas de oposición por el segundo lugar, garantizándoles diputaciones plurinominales. Esto indica que los partidos de oposición dirigirán sus campañas en dos frentes: uno que intentará quitarle votos al PRI; otro que intentará que los votos que pierda el PRI no se vayan a otra opción partidista. El escenario es complicado para la oposición y de no ser por un evento coyuntural fuera de lo común, el Revolucionario Institucional tendrá carro completo en el estado de Oaxaca.
Datos para esta elección
Las observaciones inferidas anteriormente de no ser justificadas y soportadas, podrían simplemente ser argumentos ‘proselitistas’ en favor de algún partido político. Enseguida presentamos una serie de datos que nos permiten crear una ‘prospectiva’ mínima sobre lo que se avecina en el proceso electoral del 2009. Antes de entrar a este punto, es necesario señalar que las coyunturas que aparezcan durante el proceso electoral pueden hacer que este de giros que modifiquen la tendencia de las tres últimas elecciones. Aun así, insisto, la coyuntura tendría que romper de manera tajante con lo ‘común’ para poder afectar la ‘tendencia’ histórica electoral oaxaqueña.
No hay duda, Oaxaca jamás ha dejado de ser ‘territorio priista’. En las elecciones de 1991, el Revolucionario Institucional obtuvo una votación de más de 400 mil votos. El PAN y el PRD ni sumando sus votaciones lograron obtener 100 mil votos. Para la elección de 1997, el PRI bajó su votación pero, siguió por encima de los 400 mil votos. Acción Nacional obtuvo 103 mil votos, lo que representó un incremento de aproximadamente 70 mil votos, a pesar de esto la votación en comparación con el partido oficial era de uno a cuatro votos. El sol azteca, obtuvo 250 mil sufragios representándole un incremento de más de 190 mil votos. A pesar de esto, respecto a la elección del 91, la oposición sólo le quitó 60 mil votos al PRI; los demás, eran provenientes de los nuevos electores .
Después de la elección federal del 2000, que trajo la alternancia en la Presidencia de la República, las tendencias electorales en Oaxaca se mantuvieron. Para el 2003, el espectro partidista en Oaxaca se amplió con la aparición de los partidos políticos surgidos en el 2000 pero, solamente el partido Convergencia logró convertirse en una fuerza representativa en el estado, obteniendo 40 mil votos en este proceso intermedio. El PRI bajó de los 400 mil votos y ganó los 11 distritos federales con 360 mil sufragios. El PAN siguió creciendo en su votación y llegó a los 150 mil. El PRD, perdió más de 100 mil votos teniendo una votación de 140 mil.
Concluyo señalando que en procesos intermedios, el PRI es el primer lugar, el PAN ocupa la segunda posición, el PRD la tercera y Convergencia, la cuarta; pero, todos se mantienen alejados del Revolucionario Institucional.
Nacional
Las elecciones que se celebrarán este año tienen una importancia sobresaliente para el gobierno federal. Si el Partido Acción Nacional (PAN) llegara a perder las elecciones de este año, dejaría de encabezar las fuerzas políticas al interior de la Cámara de Diputados. Si esto sucede, la oposición partidista tendría la posibilidad de convertirse en la primera fuerza política del país; con ello, el Presidente tendría un escenario todavía más complicado para los años venideros, ya que perdería el poder de interlocución que su bancada le ha garantizado hasta el momento. El peor escenario para el ejecutivo sería que los partidos de la corriente obradorista ganaran las elecciones, algo que se ve difícil. Un escenario más viable, pero negativo, es aquel donde el PRI obtiene el primer lugar como fuerza política, ya que en los últimos años este partido le ha permitido al presidente tener un diálogo de costos y beneficios que no lo ponen en jaque. Sin duda, las elecciones del 2009 son trascendentales para la administración calderonista.
El abstencionismo
Durante estos tres procesos electorales intermedios, al lado de las victorias del PRI el fenómeno del ‘abstencionismo’ electoral se ha ido incrementando. Los ciudadanos se han ido desencantando poco a poco de los partidos políticos.
Desde 1991 Oaxaca se encuentra por encima de la media nacional de abstencionismo electoral. Pero fue en las elecciones del 2003 cuando pasó la barrera del 50%; en ese proceso el 61% de los oaxaqueños no asistió a las urnas.
Las razones para tratar de entender este fenómeno pueden ser varias pero, todas apuntan a la falta de identidad que la ciudadanía tiene con los Partidos Políticos. Además, los distintos eventos de corrupción por parte de la clase política han llevado a que la ciudadanía no encuentre una diferencia entre la oposición oaxaqueña y el PRI. Sin una postura totalmente alternativa, la ciudadanía seguirá sin asistir a las urnas. Si nos apegamos a los datos, estos nos indican que el abstencionismo continuará creciendo; aunque el padrón electoral crezca los nuevos electores ya no creen en los partidos políticos .
2009
Hasta el 31 de diciembre del 2008, el Padrón Electoral de Oaxaca registraba 2 millones 518 mil 917 electores de los cuales 2 millones 404 mil 498 ciudadanos estaban en la Lista Nominal para el proceso electoral de este 2009.
Del total de votantes registrados para estas elecciones, el 1% tiene 18 años siendo esta edad que menos votantes aporta; le seguirán en esta tendencia los votantes de 19 años (1.9%).
La mayoría de los posibles votantes en esta elección del 2009 se localiza en el grupo de edad que va de los 20 a los 39 años, ya que representan el 49.7% del total de electores. Después de este grupo, solamente los electores con 65 años o más aportan una cantidad que supera el dígito: 12.7%.
Los datos muestran que esta elección puede ser decidida por los jóvenes pero, si se observa el fenómeno del ‘abstencionismo’ con la cantidad de votos que han obtenido los partidos políticos se describe que los ‘jóvenes’ votantes no tienen ningún interés en las urnas electorales.
¿Apostará el PRI por una campaña que promueva el abstencionismo? Los datos no mienten, el voto duro del Revolucionario Institucional es suficiente para ganarle a cualquier partido de oposición en Oaxaca.
¿Tendrán estrategias suficientemente efectivas los partidos de oposición para sacar a votar a los ‘jóvenes’ o seguirán recogiendo migajas? Sin la asistencia de los electores a las urnas, la oposición no tiene ninguna posibilidad en este proceso electoral del 2009.
*500 diputados se eligen en esta elección intermedia. 300 por mayoría relativa mediante distritos electorales uninominales, y 200 por representación proporcional mediante listas regionales votadas por circunscripción plurinominal.
En otras palabras, 300 diputados se eligen del conteo de votos que obtenga cada distrito electoral. 200 dependen de las listas regionales y del total de votos por circunscripción, osea, región del país.
Nota: Publicado en enero del 2009 en el suplemento político «Ágora».
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