¿Quién gana con los enfrentamientos S-22 vs Gobierno de Oaxaca y Federal?

 

¿Quieres saber qué pasó aquí? La política como violencia

OAXACA, México.- Ha sido un día aciago en la ciudad de Oaxaca y lo que parecía ser un día de fiesta para las unidades centrales del sistema político oaxaqueño ante la visita de Felipe Calderón Hinojosa (FCH) ha sido su primer gran desgracia; para la Universidad La Salle (lamentablemente) nada ha iniciado bien, pasó a segundo plano y se ha convertido en un símbolo más de la represión en Oaxaca.

Atrás han quedado las caras de un gobierno que se dibujaba en la hoja arrugada que es este pobre estado mexicano como bueno, noble y puro. Sus aliados para derrotar al priismo autoritario están ensangrentados y ellos totalmente desencajados. Ganó el PRI, el que siempre apuesta en contra de la democracia mexicana.

Las plumas de los periodistas en Oaxaca se comenzaron a afilar cuando el sol se metía en Oaxaca y el tráiler incendiado en el la Alameda de León esquina con el Zócalo terminaba de consumir sus llamas; este evento es la oportunidad de la venganza de la prensa oaxaqueña ante un poder ejecutivo que tras dos meses los ha tenido en el olvido, dejando de lado que estas son empresas y este tiene que pagar por la publicidad. En efecto, el gobierno de Oaxaca no atendió una prioridad básica en la democracia: garantizar la libertad de expresión, teniendo las cuentas claras, “los dineros” de la publicidad. No lo hicieron porque no han querido, porque jugaron a la zanahoria con el burro, pues vamos a ver si hay capacidad de “rebusnar”. Ya son dos meses con 16 días y no hay claridad en esta relación y ahora la gobernabilidad en Oaxaca pende de un hilo que la prensa puede inclinar para cualquier lado. Pero todos jugarán a la prospectiva, serán asesores, porque eso queda claro: en el gobierno de la alternancia falta una visión de estadista que borre la triste algarabía de los asesores que provocaron el fin de un noviazgo.

La pregunta es sencilla de formular en lo que ha sucedido en Oaxaca y muy aspera de contestar, pues los periodistas de vieja escuela tendrán que medir bien los costos a futuro en caso de apostar a un mal caballo, como les sucedió el 4 de julio a todos los medios oaxaqueños, aunque en diversas proporciones: ¿quién gana con lo sucedido en Oaxaca?

Discursos

 

Trálier quemado en pleno centro de la ciudad de Oaxaca.

Hay un actor que es fundamental checar en esta semana, como grupo y como medio de comunicación: el Diario Noticias de Oaxaca, pues tendríamos que ver si se cumple aquella máxima de ser el nuevo “Diario Oficial” del Gobierno en turno o comienza a realizar un periodismo analítico, aunque para eso tendría que conseguir nuevos editorialistas, pues muchos ya cobran en la nómina oficial del gobierno de Oaxaca, ya que terminaron acomodándose en algún lado de “alguna oficina burocrática». ¿Será, como decía Pedro Silva citando a un tuitero, que el Noticias es el nuevo diario «oficial» de Oaxaca? ¿Qué tipo de oficialismo hará? ¿inteligente o tan arrastrado como los medios afines al gobierno de Ulises Ruiz?

Al lado de la capacidad de crítica que ha perdido Noticias y la entrada de los nuevos críticos en el periodismo oaxaqueño, tema que ya he tratado en otros artículos, se tiene que entender que desde la trinchera en que  escriban, ganarán ellos y perderá el denostado en determinada columna. No paren las prensas, entiéndalas.

En Oaxaca existe esa mala costumbre de los periodistas de querer ser prospectivistas de la “teoría de élite” y el “complot”, pero comprobar sus dichos… importa lo mismo que querer comprobar la “borrachés” del presidente de México, primer gran derrotado de esta coyuntura.

Primera lectura del Santo Evangelio de la Transición Oaxaqueña

La primera postura de un grupo de periodistas oaxaqueños y articulistas que ahora se dicen “periodistas” es que el gran derrotado es el gobierno de Gabino Cué Monteagudo, pues su incapacidad de gobernar ha puesto a Oaxaca al filo del “caos”, contra la pared, ya que nadie lo apoya y por el hilo más delgado perderá la tranquilidad que el movimiento gremial más significativo de Oaxaca le daba y para colmo a los dos o tres diputados “más izquierdistas” de la Cámara de Diputados Local. Para estos escritores todo lo nuevo es malo porque no se logra entender al sistema por experiencia, su solución es regresar a la instauración del Status Quo y reglas de oro no escritas: El PRI. Y en el fondo su mercado son seis años de mal gobierno.

Segunda Lectura del Santo Evangelio de la Transición Oaxaqueña

 

Consumido por las llamas el tráiler del Estado Mayor Presidencial que tenía más vallas.

Una segunda lectura hablará de que el gobierno de Gabino Cué mostró su novatez y que terminó siendo arrastrado por la perversidad de Felipe Calderón Hinojosa, al conocer este último que no tenía derecho, porque así lo piensan los maestros, a pisar las calles del Zócalo de la Ciudad de Oaxaca.

Que el problema no es Gabino como lo afirmaron los maestros el 14 de febrero, un día antes en Cuilapam de Guerrero, ya que no les ha hecho nada malo. En efecto, el problema es Felipe Calderón, quien desde el 2006 les hizo todo. Y recordarán los periodistas que odian al presidente y lo critican porque está lejos y nada les puede pasar (candiles de la calle, miedosos de casa), que él pactó con el PRI para que Ulises Ruiz se mantuviera en la silla de gobernador era reprimir a la APPO y que desde allí, los maestros no le perdonan este error y que además los provocó con sus políticas “neoliberales” al promover que la gente se vaya a las “diabólicas” universidades privadas que sólo buscan aniquilar la “educación pública, gratuita y progresista” de nuestro país.

Y que después les puso a la Policía Federal para que la cuña apriete y esta corporación se desquitara de los ridículos que los “oaxaqueñitos appistas” le hicieron pasar en el 2006 cuando les ganaron Ciudad Universitaria, como México y Francia en la Batalla de Puebla. La PF tuvo el día en que se pudo vengar y otra vez no pudo, le secuestraron policías y Marco Tulio López Escamilla, secretario de Seguridad Pública, fue ridiculizado y arrastrado unos cuantos metros en el centro histórico de Oaxaca. Hasta que dio una entrevista banquetera o algo en la banqueta.

Pero la culpa no es de Gabino Cué, sino del entercado Felipe Calderón por mostrar quien manda en este país en un estado que desde el 2006 se sintió agredido y voto en su gran mayoría por el “peje”. ¡Fue culpa de Felipe” dirá el periódico, ¡Fecal incendió Oaxaca, otra vez! ¡la traición de Fecal a Gabino Cué para el 2012!

Tercera Lectura del Santo Evangelio de la Transición Oaxaqueña

Y los que se configuran como “elitistas” dirán que todo ha sido culpa del magisterio y que por cualquier cosa se indignan los melenudos que se siguen organizando por teléfono porque no saben usar Twitter, o sea ¡hello! ¡Las Revoluciones de este siglo llegan por las socialnetworks! ¡como en Egipto! ¿Me entiendes, wei?

Dirán que no soportan que alguien les ponga orden y que era normal que los maestros terminaran a golpes con los PF, pues ellos solo cumplen con su trabajo y que en caso de que los dejaran entrar, la vida de los gobernantes corría riesgo. Obvio, que corra el riesgo la vida de un transeúnte ¡no importa!, pues ¡quién madres le dice que ande pasando a esas horas por el turístico centro de la ciudad de Oaxaca!.

Para ellos el magisterio será el culpable de que el PRI regrese por su fuerza al poder de Oaxaca, pues no tuvieron paciencia para entender que ¡la suma de todos! era para mucho tiempo.

Cuarta Lectura del Santo Evangelio de la Transición Oaxaqueña

 

Camioneta golpeada por la S-22

Los siempre defensores del pueblo bueno, sin nada que decir más lo que siempre han dicho: ¡todos son iguales! ¡una bola de represores! Que se alían con los capitales internacionales y las mafias políticas del país que nos tienen sumidos en grandes atrasos como pueblo. Y saldrán a decir que la APPO y la SNTE tenían derecho a protestar, que los gobiernos los provocaron al no confiar en ellos y dejarlos que en el Zócalo hicieran su mitin, que era lo único que querían, pero no se acordarán de los antecedentes del “pueblo bueno”, ese mismo que la izquierda mexicana reivindica en el ala de AMLO.

Al final terminarán decidiendo que los gobiernos enseñaron a la S-22 del SNTE a desconfiar de ellos por sus históricas sanciones. Por supuestos, dejarán de lado la transparencia y la democracia sindical. ¡Viva Martín Esparza! ¡Viva nuestro Presidente Legítimo de México! ¡Vivan los Usos y Costumbres que nos dieron el derecho de violar cualquier libertad! ¡Muera el mal gobierno! ¡Muera el neoliberalismo!

Quinta Lectura

Al final con el enfrentamiento entre la APPO, S-22 del SNTE, Policía Federal, policías de Oaxaca, todos ganaron, si esto se ve de manera dogmática. Aquí los únicos que pierden son los oaxaqueños, pero más que ellos la democracia.

Después del 4 de julio del 2010, la que ha estado más olvidada, pero presente en todos los actos del nuevo gobierno, en sus discursos, es la sociedad civil oaxaqueña.

He insistido varias veces en el punto de que la democracia no es sólo acuerdos transparentes entre los distintos actores del sistema político, sino el hecho de construir instituciones desde los valores que se albergan en la sociedad civil, generar modelos de participación que permitan a la ciudadanía acceder al poder sin la necesidad de tomarlo y comprender que la democracia no sólo se tiene que dar en el gobierno sino en todos partes. Por supuesto, la apuesta de la que hablo es alargo plazo, pero se construye día a día y con días como este 15 de febrero en Oaxaca, no se construye nada.

Si nos quedamos con las visiones dogmáticas de aquellos que escriben bajo la consigna de cierto grupo en el poder y no bajo los intereses públicos, el llamado bien común, ganaron todos y perdieron aquellos que no apoyan. En el fondo los únicos que ganaron fueron las fuerza autoritarias, o sea, el Partido Revolucionario Institucional que por un momento ha pasado a un segundo plano. Al lado de él, aquellos grupos que sirven como sus satélites para seguir el trabajo de vivir bajo una no democracia. Ellos ganaron y saldrán a decir que condenan la represión de los que hace un año todavía desaparecían, secuestraban y mataban.

Todos los demás pierden en este evento coyuntural. Felipe Calderón Hinojosa pierde otra vez Oaxaca, el voto mayoritario de este estado, las izquierdas (para que no se indignen), lo odiarán más y nada que ver con él en el 2012. Gabino Cué Monteagudo pierde otra vez, porque no logró tener visión de estadistas y ser precavido, aquí no fue mínimo riesgo máximo beneficio, sino máximo riesgo, mínimo beneficio ¿qué ganó llevando a Felipe Calderón al Palacio de Gobierno? ¿era necesario? Sus asesores también pierden, ni lograron hacer un escenario probable sobre esta visita del Presidente que les permitiera construir una estrategia donde no se despertaran los aires de violencia y se ve que no lograron dialogar y convencer a los opositores de Calderón a no “explotar Oaxaca”. La que menos tenía que ver en este borlote de odios políticos, la Universidad La Salle, también pierde, pues ahora es el símbolo que marcó el acto de la represión a la “combativa” Sección 22. Los maestros también pierden, vuelven a mostrar el rostro de la terquedad y que entiende a la política como guerra.

La apatía es la que ha ganado, esa que permea a la ciudadanía oaxaqueña, que si no entiende que la democracia se construye con la participación activa, verá como el gobierno de la alternancia se transforma en otro “ogro filantrópico”.

 

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NOTA: Artículo publicado en www.adnsureste.info el 16 de febrero 2011