Hace 20 años ningún líder de izquierda en México se hubiera atrevido a pedir que el TLCAN o NAFTA se mantuviera. Sí hubiera pedido el aumento salarial, pero no lo hubiera equiparado con Estados Unidos y Canadá.

El mínimo, por ley, que gana un mexicano al día son 4.88 dólares americanos. El mínimo federal en Estados Unidos, en una jornada de ocho horas, es de 58 dólares el día ($1,096.00 pesos mexicanos), aunque en Canadá y Estados Unidos se paga por hora.

Andrés Manuel López Obrador frente a los empresarios que se reúnen en la American Chamber, controlan el 20% del Producto Interno Bruto (PIB), ha tocado el tema del incremento del salario mínimo en México.

El tema del aumento salarial ni siquiera se colocó en la prensa mexicana por reclamos de los sindicatos mexicanos, tampoco tiene que ver con un posicionamiento de los candidatos, sino con una petición por parte del gobierno de Estados Unidos y de Canadá en la mesa de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés).

La desigualdad salarial entre los tres países es abismal. En México una persona no gana en todo el día lo que una persona en Estados Unidos gana en una hora. En Canadá el salario mínimo federal es 10.75 dólares canadienses la hora, 160 pesos mexicanos, u 8.50 dólares americanos.

Según la opinión de Unifor, uno de los sindicatos más poderosos de Canadá, el salario mínimo en México debería ser de 4 dólares estadounidense por hora, o sea aproximadamente 72 pesos la hora. En otras palabras, una jornada laboral en México debería ser pagada, como mínimo, en 32 dólares americanos, o sea, 577 pesos mexicanos. 6.5 veces más que el salario actual.

Por una parte, el bajo salario en México provoca que Estados Unidos y Canadá no puedan competir para que sus empresas no se muden a México. Por otra parte, todavía más preocupante, es el capitalismo salvaje que ha crecido en la economía mexicana, los derechos laborales se han adelgazado bajo el pretexto, desde los años ochenta, de hacernos competitivos y que la sociedad mexicana tuviera mejores estadios de vida, con calidad. También, como una estrategia inicial al inicio de la apertura del país a la inversión extranjera. Se supone que esa estrategia se iba a modificar en beneficio de todas las partes, esto incluye a la mano de obra, y el salario aumentaría como aumentara el costo de vida, la inflación, los servicios, etcétera. Las ganancias para los empresarios han aumentado, pero el poder adquisitivo de los trabajadores ha bajado.

El mexicano vive del préstamo, con altas tasas de interés por ser créditos de riesgo. El problema puede ser aminorado mientras se está en la edad laboral, pero en poco tiempo comenzaremos a ver los estragos de la falta de ahorro para el retiro, una cultura que falta en el mexicano.

Andrés Manuel Lopez Obrador, ha sido el único que ha reaccionado al tema del salario, al reclamo que hacen gobiernos “imperialistas” y “capitalistas”, actores sociales y sindicatos de Estados Unidos y Canadá, para sorpresa de muchos izquierdistas carnívoros.

Es un punto a favor de AMLO, mostró sensibilidad y se congratuló con aquellos que desde los otros países piden el aumento de salario para tener un piso “más parejo”. Sí, el aumento del salario en México puede tener varias aristas o causas para aumentarse, pero no se puede estar en desacuerdo en un país donde la mitad de la población vive un tipo de pobreza. Esta, la gano AMLO.