El tema migratorio ha entrado en la campaña electoral porque Donald Trump lo puso a debate, no porque los candidatos a la presidencia de México lo tuvieran como algo prioritario.Trump ha logrado por primera vez, desde la ruptura partidista del 2006, que todas las fuerzas político partidistas respalden al Presidente de México, Enrique Peña Nieto, en algo.

A pesar de ello, vale la pena recordar, precisar y no olvidar que hasta el momento el tema migratorio no ha sido prioritario para el gobierno mexicano. Tampoco la defensa de los derechos humanos de los migrantes. El mexicano en Estados Unidos es capital político más que la figura de un sistema que les ha fallado y los ha expulsado de sus lugares de origen para intentar tener una oportunidad de vida, ni siquiera en la vida. Ningún gobierno mexicano le ha pedido disculpa a los migrantes por todo lo que les hizo -y hace- sufrir por ser migrantes forzados, “económicos” como dicen algunos ¿pero quién define la política económica que crea pobres?, muchos menos por haber provocado que emigraran de forma ilegal. Hacerlos invisibles por ser frijoleros.

Sí, el tema migratorio y el rencor a los Estados Unidos han vuelto porque Trump los necesita para sobrevivir políticamente. Los cálculos políticos del presidente de los Estados Unidos con el gobierno mexicano han salido, hasta el momento, acertados. Trump ha tenido -y tiene- el timing político con México. Trump se ha aprovechado de las principales figuras del gobierno mexicano para beneficiarse electoral y políticamente. Al gobierno mexicano tampoco parece molestarle mucho este juego, lo ha intentado ocupar para mejorar su imagen, martirizarse internacionalmente, aunque las víctimas siguen en las fronteras sur y norte de México, en el mundo subterraneo estadounidense, sin querer volver a México, el país que los escupió.

La cuestión con el gobierno mexicano es que se ha quedado en la retórica, no hay acción concreta para detener a Trump y sus acciones. Tampoco se les ve interés.

Los candidatos políticos han hecho lo correcto al respaldar al presidente Enrique Peña Nieto, pero les ha faltado la aseveración democrática en su respaldo, posiblemente el único que fue crítico con EPN en su intervención de banqueta para referirse al tema fue Ricardo Anaya. El candidato del PAN, PRD y MC al menos propuso una acción, no muy bien pensada para un tipo que se califica de derecha y respalda el libre comercio:

“lo que ahora sigue es dejarle muy claro al presidente de Estados Unidos que no vamos a tolerar estos ataques y estas amenazas y que nosotros nos retiraremos de las negociaciones mientras no cambie esa posición, mientras no haya respeto a nuestro país».

Si Trump tiene el timing político con México, Andrés Manuel López Obrador tiene el timing en estos primeros días de campaña. En dos días ha dado las frases que los medios buscan, las frases que se quedan en el colectivo, las palabras que la gente quiere escuchar, despierta las pasiones de los votantes, los hace soñar y dejar de pensar en si lo que dice es viable o no, eso no importa, arenga como si fuera el líder de una barra brava de fútbol, un predicador evangélico de moda.

«Apoyo lo que dijo en este tema el presidente de México, Enrique Peña Nieto por que por encima de nuestras diferencias primero está el interés nacional, la Patria es primero».ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

AMLO ha dicho lo que todo mexicano con ganas de resolver los problemas a golpes quiere escuchar, los que de esquina a esquina solo se provocan en vez de dialogar, lo que despierta el nacionalismo de cualquier país: la patria es primero, después de cerrar filas con EPN. «Nuestro pueblo no va a ser piñata de ningún gobierno extranjero».

Margarita Zavala sigue apostando por las ideas laterales, intentando romper esquemas y después de sumarse al llamado de “unidad” contra Trump tomó una acción desde su soledad de candidata independiente: enviar una carta de protesta a la Embajada de Estados Unidos, pasó a la acción coyuntural. Posiblemente después de AMLO, la que mejor aprovechó el momento y aportó datos.

“La migración de México a Estados Unidos y eso lo tenemos que saber todos, y por supuesto allá también lo tienen que saber, es negativa desde el 2009”, Margarita Zavala.

Meade sin timing, reconoció a EPN, criticó el beligerante discurso de Trump y la acrítica hacia este sexenio la mantuvo, ¿cuánto le está costando en votos no criticar a el gobierno federal? ¿así de acrítico fue como funcionario de gobierno? Sin duda, desperdició una gran oportunidad para posicionarse, pues la agenda del día la marcó el gobierno al cual perteneció. Además, representa al partido oficial. Para colmo la presentación de su 3 de 3 pasó desapercibida, fue borrada a temprana hora de la agenda de los medios por los mensajes de unidad contra Trump.