Ninguno de los candidatos a la presidencia de México está libre de escándalos de “malos manejos”, “enriquecimiento” o haber puesto “candados” a datos de obras públicas cuando fueron gobernantes.
Según el Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por la organización Transparency International, México es uno de los países con altos niveles de percepción de la corrupción, ocupa el lugar 135 de 180. En Norte América, es el país que se percibe más corrupto; en América Latina, parte de la tendencia, igual que en el Caribe.
Desde 2014, la percepción de corrupción ha empeorando. De 35 puntos que se obtuvieron en ese año hemos pasado a 29 puntos. Entre más cerca del cero, más corrupto se percibe el gobierno.
No es una sorpresa que ante esta percepción desde los ciudadanos, los candidatos a la presidencia hayan decidido abordar el tema de la corrupción e intentar desmarcarse de ella. El problema, es que ninguno de los candidatos está libre de escándalos ligados a la corrupción y falta de transparencia y/o rendición de cuentas.
José Antonio Meade. El candidato del PRI se ha esforzado por demostrar que no ha estado involucrado en actos de corrupción. Es cierto, hasta el momento no hay información pública o investigaciones periodísticas que lo involucren. Pero, Meade ha pertenecido a uno de los gobiernos con más escándalos públicos de corrupción como ha sido el de Enrique Peña Nieto. Como ejemplo tenemos la Casa Blanca de EPN, La Estafa Maestra y a nivel estatal Las Empresas Fantasmas de Veracruz. Meade ocupó cargos públicos donde autorizaba presupuestos, como el de Hacienda o la Secretaría de Desarrollo Social que fueron otorgados a políticos que diseñaron esquemas para desviar recursos públicos y nunca los descubrió. En este sentido, el candidato del PRI tuvo posiilidad de actuar y nunca lo hizo. Hasta este segundo día de campañas, Meade es el único candidato que no ha presentado su 3de3 ¿por qué? Porque no es obligatoria. En otras palabras, no hay voluntad a la transparencia.
Ricardo Anaya. Su ascenso político fue meteórico y estar saltando de la Cámara de Diputados al Senado dieron mucho de que hablar. La forma autoritaria en que logró controlar al Partido Acción Nacional terminó de mostrar un rostro más cercano al PRI que a un demócrata de derechas. Evito competidoras, y la forma en que poco a poco le fueron apareciendo propiedades lo han puesto en tela de juicio. Tampoco como presidente del PAN se le vio decidido a actuar contra aquellos políticos panistas que se han enriquecido con el dinero público. Al contrario, ha reforzado el discurso victimista o de complot que tanto se le criticó a Andrés Manuel López Obrador en las campañas anteriores y cuando gobernó la Ciudad de México.
AMLO. Cada que hay información incómoda contra Andrés Manuel López Obrador tiene la manía de contestar que es un complot en su contra, la maldita mafia del poder. Lo cierto es que AMLO nunca ha mostrado voluntad a la transparencia bajo los estándares internacionales, lo ha hecho a su modo, siempre buscando convencer a los convencidos. Pero para muestra de su falta de transparencia se tiene la construcción del Segundo Piso del Periférico donde un porcentaje de información fue reservada. Un acto de corrupción que toleró hasta que la prensa lo investigó fue la obtención de dinero para campañas de su expartido, PRD, por medio de uno de su gente de confianza, René Bejarano. Ahí no solo hay un acto de corrupción, sino el primer preso político de un gobierno de izquierdas en la Ciudad de México, Carlos Ahumada. Sobre su financiamiento durante 12 años en campaña falta transparencia, principalmente.
Margarita Zavala. El posiblemente primer acto de corrupción que se le compruebe a la única candidata independiente en este proceso electoral puede ser la falsificación de firmas para convertirse en candidata. En comparación con Vicente Fox, el expresidente Felipe Calderón, esposo de Zavala, no ha pasado a la historia por la corrupción de su familía. Calderón ha pasado a la historia por la violencia y su incapacidad para combatir al narcotráfico. Zavala, según datos del Instituto Nacional Electoral, INE, registró más de 700 mil firmas con irregularidades. ¿Qué parte del proceso de recaudación de firmas no entendió la candidata y su equipo?
Los indepedientes. Quienes mayor ridículo hicieron en el proceso de recolección de firmas y con eso dañaron la imagen de los candidatos independienes fueron Jaime Rodríguez Calderón y Armando Ríos Piter. El Bronco, como se conoce a Rodríguez, presentó 387 mil 897 fraudulentas; mientras que Ríos Piter presentó 906 mil 397 falsas. La corrupción como mecanismo para llegar al poder.
En efecto, ninguno de los tres candidatos está libre de la sombra de la corrupción. De los cuatro que compiten por la silla presidencial, solo Meade se ha opuesto a dar a conocer su patrimonio. Él, hasta el momento, es el peor en este rubro. ¿Cómo piensan combatir a la corrupción? En efecto, que los niveles de corrupción bajen en el país no puede depender de los candidatos, sí de la vigilancia de los ciudadanos y la sociedad civil organizada.
Deja una respuesta