A pesar de las quejas de la ciudadanía, los gritos desesperados en redes sociales ante los bloqueos y otras violaciones a las libertades en Oaxaca no habrá candidatos ciudadanos que intenten ganar una diputación federal.

 

Hasta el momento, solo Andrés Avelino Soriano Montes, ex aspirante a una diputación por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que dirigió la Fundación Colosio, un centro donde se forman cuadros del PRI, puede seguir aspirando a ser candidato “ciudadano” si logra cumplir los requisitos de ley.

 

Por los antecedentes de Soriano Montes, al pertenecer al partido que fundó el autoritarismo mexicano del Siglo XX y que hizo todo lo que estuvo a su alcance para evitar la democracia en México, como debilitar el proceso de transición política de los años noventa, no se puede pensar que sea un actor político con características ciudadanas. Sí podemos pensar que es un político gris que no logró crecer dentro del PRI o seguir con sus aspiraciones políticas y que ahora aprovecha los espacios de participación.

 

Dejando de lado las aspiraciones de un político profesional, como Soriano Montes, la interrogante que salta es ¿por qué en Oaxaca donde diversas organizaciones sociales, gremiales y grupos de ciudadanos se han quejado de la ineficiencia del gobierno o su incapacidad para gobernar, no hubo más aspirantes para intentar obtener una candidatura ciudadana y transformar el escenario político?

 

Los mismos líderes de la Sección 22 del SNTE podrían haber aspirado a ser diputados y así contar con mecanismos institucionales que midieran el respaldo ciudadano hacia ellos y su lucha, y de ganar, tener votos para reformar todo aquello que consideran daña a México.

 

También, los que se quejan de los problemas o de no soportar a la Sección 22 podrían haber buscado una candidatura y recibir el apoyo de los “miles” de oaxaqueños que están cansados de la forma en que se resuelven los problemas de Oaxaca.

 

En efecto, ni unos ni otros, solo quejas desde los dos bandos. Han preferido quedarse en el papel que mejor desempeñan, el de víctimas. Que se quede con el poder el político de siempre, el priista que fundó el modelo de corrupción que impide el avance de México, el político que tiene un pretexto y explicación para justificar las muertes. El político autoritario que habla de libertad y no soporta el disenso. Los mismos de siempre.

 


Una versión de este post se publicó en la edición de febrero de 2015 de la revista Mujeres.