Elegir a los diputados locales no tiene relación directa con otorgar un “voto de confianza” al poder ejecutivo que encabeza Gabino Cué, como pueden pensar o argumentar algunos analistas o políticos.
Es cierto que tiene la posibilidad de facilitar o limitar la estabilidad del sistema político. En otras palabras, un voto a favor de los partidos políticos que tienen buena relación con el poder ejecutivo favorece la propuesta de cambio que se votó en 2010. Un voto por un partido que se opone a ese gobierno, permite limitar el avance de los cambios y podría significar que el votante considera dañinos los cambios. Por supuesto, un nivel de votación que solo demuestre el voto duro de los partidos, no encaja en lo mencionado anteriormente.
Al lado de este significado entre legislativo y ejecutivo, el cual es secundario, pues votar por el legislativo es votar por aquellos que van a hacer las leyes que demanda la ciudadanía, es necesario entender que la elección que se avecina pasa por cuestiones primarias que solo tienen que ver con el trabajo en la Cámara de Diputados de Oaxaca.
En primera instancia, significa valorar el trabajo legislativo en la construcción del orden legal que permita la operación de la democracia, mensaje que se reflejó en la elección del 2010, la opinión pública se mide por medio de los votos, los motivos de cada voto siempre son ocultos y personales.
Ante esta posibilidad de calificar y valorar a la Cámara de Diputados, la elección es la posibilidad de reafirmar el rumbo que ha tomado el trabajo legislativo, sea poco o mucho. O sea, tiene la posibilidad de generar una mayoría priista que cambie el rumbo legislativo. También, un congreso dividido, como el actual, o dar mayoría legislativa a Acción Nacional (PAN) o al Partido de la Revolución Democrática (PRD), la cual favorece la relación con el Gobierno de Oaxaca.
Si piensa en las elecciones de este año como la posibilidad de calificar el trabajo legislativo por político, el ciudadano debe pensar en buscar información sobre el trabajo que hizo el diputado que lo representó y el partido político del que forma parte, solo así podrá valorar si seguir respaldando esa opción o cambiar.
Solo teniendo claro cuál es la función del poder legislativo y el trabajo que se ha realizado en la Cámara de Diputados, se puede realizar una elección racional en esta elección. Pensar la elección como un voto de castigo o de confianza a la figura de Gabino Cué, solo favorece a la ignorancia, el discurso fácil y de mercadotecnia que realizan los partidos políticos.
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