Después del Segundo Debate entre los candidatos a la Presidencia de México en este 2012, los medios de comunicación no dejan de hablar de Josefina Vázquez Mota y la respetuosa relación que guardó Andrés Manuel López Obrador con Enrique Peña Nieto.

Josefina Vázquez Mota ganó para muchos el Segundo Debate a la Presidencia de México; en segundo lugar,el candidato del Partido Nueva Alianza (Panal), Gabriel Quadri, que mantuvo el nivel que mostró en el primer encuentro. En tercer y cuarto lugar están Peña Nieto y López Obrador.

Josefina Vázquez Mota salió al debate como se esperaba que estuviera desde inicios de la campaña. No se sabe en estos momento si su reacción llega demasiado tarde, tendremos que esperar a las encuestas que se den a conocer después del miércoles.

En el caso de Vázquez Mota vale recalcar que es la primera vez en la campaña que tiene dos eventos en los cuales sus resultados son positivos. Primero, su ida a la Universidad Iberoamericana no vivió el escenario de Enrique Peña Nieto. Ahora, el segundo debate resultó positivo para una candidata que intenta remontar dos lugares en la recta final de la campaña mexicana.

La candidata del Partido Acción Nacional (PAN) tuvo el tiempo necesario para presentar propuestas y repartir críticas a los tres candidatos varones. Era su única posibilidad de destacar e intentar remontar.

A pesar de su buen desempeño en el debate, la duda y la estela de comentarios deja un escenario gris para la candidata. Todo indica que el tiempo no alcanzará, pero tampoco se sabe qué estrategia seguirá para los próximos días.

Por supuesto, falta saber si las encuestas de esta semana servirán para que Andrés Manuel López Obrador acepte asistir al debate #YoSoy132, evento que puede ser favorable para Vázquez Mota si es que en las encuestas la ventaja de Peña Nieto se reduce y la derecha e izquierda partidista vuelven a estar empatados. Si La izquierda aumenta su ventaja, considero que AMLO no asistirá a debatir con Vázquez Mota. Aunque las críticas del #YoSoy132 pueden ser importantes para dañar a los candidatos del PAN y los partidos de izquierda si uno cancela su asistencia.

La incertidumbre en las estrategias de campaña ha crecido. La participación de Enrique Peña Nieto en el Segundo Debate a la Presidencia de México deja entrever que el candidato no moverá ni un ápice en su modelo de campaña, aunque también demostró que su discurso es para pedir que los votantes independientes o que no simpatizan con el PRI, no se vayan ante la remontada de Andrés Manuel López Obrador.

En el caso de AMLO, lleva dos participaciones, primero Tercer Grado, en el cual se ha mostrado demasiado tibio ante las críticas que recibe y generaliza demasiado en sus propuesta. Vázquez Mota y Quadri aprovecharon muy bien las desatenciones de López Obrador a sus cifras y propuestas. Hasta el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, criticó sus números.

Sigo pensando que AMLO cree que con simplemente decir las cosas la gente las creerá. Al igual que en 2006, las últimas semanas en esta elección se han caracterizado porque el candidato de la izquierda muestra que piensa que con solo decir las cosas deben de ser creídas por los votantes mexicanos porque las dijo él.

Es cierto que AMLO ha intentado dejar atrás el discurso del 2006 y la palabras negativas, pero eso no tiene nada que ver con la cancelación a la crítica que hizo en este segundo debate. Si López Obrador ha manifestado que su campaña se trata de ser auténtico, su silencio ante las últimas pruebas contra Enrique Peña Nieto parecen una medición en la estrategia de campaña. Hasta cierto punto inadecuada si es que quiere remontar.

En su mitin Obrador dijo que no criticó porque la gente le pidió que diera más propuestas, pues debería aprovechar la cobertura para mostrar su proyecto de nación, pero ¿qué pasa cuando presentas propuestas y son refutadas por tus competidores como un error de cálculo en presupuestos y matemáticos?

Por otra parte, me parece ingenuo pensar que si una de las propuestas es que en su gobierno no habrá corrupción y con ello se encontrará dinero extra para mantener la austeridad sin despedir a alguien, no creo que los ciudadanos gobernados por la izquierda partidista consideren que la propuesta es viable cuando saben cómo se corrompen las administraciones de izquierda. Por otra parte, es todavía más ingenuo pensar que las organizaciones e instituciones que miden los niveles de corrupción en México no den a conocer los datos o la prensa retome los datos sobre corrupción cuando López Obrador fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

El debate en términos generales fue mejor que el primero, el formato permitió mayor interacción entre los candidatos, aunque la producción fue igual de mala que el anterior.

Considero que después del segundo debate, la izquierda y derecha partidista, los académicos e intelectuales que apoyan a la democracia están preocupados por el desencanto de los ciudadanos hacia los partidos políticos que promovieron la transición democrática. ¿Podrá sola la ciudadanía con el regreso del PRI? ¿Por qué tanta incapacidad de los partidos de izquierda y derecha en esta elección?

Aunque uno de los promotores de la transición política ganó el debate, los números de las encuesta provocan desánimo. Josefina llegó tarde a la cita, como cualquier dama.