Desde las vacaciones de Semana Santa que Josefina Vázquez Mota aprovechó para hacer cambios en su campaña y que estuvo dominando al menos cuatro días en la prensa mexicana con notas de escándalo y que marcaban un posible golpe de timón, ninguno de los candidatos había logrado mantenerse tanto tiempo en las primeras planas hasta que Enrique Peña Nieto decidió visitar la Universidad Iberoamericana.
Si Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), logró salir librado del primer debate presidencial organizado por el Instituto Federal Electoral (IFE), sin cometer un error garrafal, la Universidad Iberoamericana ha demostrado que el candidato no está para debatir, ni tiene los conocimientos suficientes para enfrentar a un público informado como es el universitario.
Desde su evento en la “Ibero” donde lo llamaran asesino y represor de los macheteros de Atenco, Peña Nieto generó la ola de opiniones más intensas que se han vivido en la campaña mexicana.
Es cierto, la propia visita de Peña Nieto ya es una derrota para el candidato a la Presidencia de México que por segunda vez salió de su “zona de confort”. La primera vez lo hizo para enfrentar a sus contrincantes en la campaña y no fracasó en el escenario del debate. La segunda vez, primera ante un público distinto al que está acostumbrado y con información sobre el régimen autoritario priista, el candidato mostró que cuenta con poca información, vive de frases efectivas y que el talante autoritario reina en su vocabulario cuando justifica la violencia por el pleno Estado de Derecho. ¿Qué sumó al fracaso de Peña Nieto en la Ibero? El propio PRI.
En efecto, después de la visita el PRI salió en todo su esplendor, perdieron las “formas” que habían preparado para toda la campaña, los falsos modales que permitían dudar sobre su cambio, ser nombrados el “nuevo PRI”, terminaron por ausentarse y demostrar que son el PRI de siempre. Un partido que nació para mantener el poder, su hegemonía y una forma de hacer política no cambia después de que ha fracasado en su objetivo, se desintegra, se vuelve marginal, pero no cambia en 180º, los procesos de institucionalización detienen el cambio, pero la mercadotecnia puede ayudar en un régimen en transición como es el mexicano. Si hay dos actores que han colaborado al despertar de una oposición hacia el PRI, antes que defender a la izquierda y derecha como opciones para votar, son Pedro Joaquín Coldwell, presidente del partido, y Luis Videgarray, jefe de campaña de Peña Nieto.
Las declaraciones vertidas por estos dos priistas se basaron en desconocer a los alumnos de la Ibero y descalificar la crítica que hicieron. Después, el equipo de campaña de Peña Nieto se dio tiempo para realizar un video en You Tube en el cual borra por completo los reclamos que existieron en la visita del candidato a la Ibero, demostrando que el PRI está dispuesto a manipular los hechos para beneficiarse; para colmo, los comentarios del video Ectivista son para llamar ignorantes a todos aquellos que criticaron a Peña Nieto en la Ibero. Entre el presidente del partido, el jefe y equipo de campaña terminaron por dar motivos a los opositores al PRI para unirse y comenzar su activismo para “no votar por el PRI”.
Hasta el momento Peña Nieto había callado ante la crítica y trataba de ser respetuoso con ella, no decía más sobre ella, pero en la Ibero la falta de respuestas no era una opción, el formato impedía que no existiera un diálogo con los universitarios, la única opción para librarse del formato era no asistir a la Ibero, pero la confianza del candidato parecen haber fallado o algunos cálculos no daban. Solo los priistas saben por qué se ridiculizaron, si quisieron llevar al extremo su planificación publicitaria y la idea de la mercadotecnia que “percepción es realidad”, han fallado totalmente. Como haya sido, es ya domingo 13 de mayo y Enrique Peña Nieto es el tema del momento. Al menos durante la siguiente semana y hasta el 19 de mayo de 2012, Peña Nieto será tema y no precisamente por su buena campaña, sino por sus errores y la llamada #MarchaAntiEPN que es la consecuencia inmediata de su visita a la Ibero y las declaraciones que hicieran los priistas.
Después de todo lo que ha pasado, es bueno preguntarse ¿Qué mostró Enrique Peña Nieto y el Partido Revolucionario después de su visita a la Ibero?
- El México autoritario del Siglo XX donde la ley siempre favoreció al gobernante para justificar sus actos de violencia. Las muertes de cientos de jóvenes en 1968 se hicieron para salvar a México de un “complot”, esa fue la idea que permitió justificar al PRI su violencia, algo similar hizo Peña Nieto para justificar la violencia contra Atenco.
- El México donde solo hay una verdad, la del gobernante autoritario y que se respalda desde el Estado – Partido. El video producido por el PRI es una muestra que ellos no responden con una opinión a la crítica, sino borrando su rastro.
- El control de los medios de comunicación para intentar manipular la opinión pública, contratando a personas que en sus necesidades económicas y ambiciones están dispuestos a traicionar la libertad como es el @ectivismo hoy y en el siglo XX los miles de soplones que vendieron a los opositores políticos.
- Representa el pragmatismo político no como opción para configurar el futuro sino solo para resolver los problemas del presente a cambio de las libertades políticas.
- Representa el fin de la pluralidad de opiniones. El PRI ha descalificado a todos aquellos que opinan en su contra en el caso Ibero, para ellos todo fue un complot.
- Es la duda ante el futuro, es el único que no ha dejado nada en claro, el único que no tiene una posición sobre los temas.
La visita de Enrique Peña Nieto a la Iberoamericana ha servido para demostrar que son el PRI del siglo XX, son la representación viva del autoritarismo mexicano, son el pasado de violencia, la verdad única, la configuración amigo y enemigo, son la respuesta a la falta de opciones partidistas para votar, son el punto común que conduce al activismo político a favor de la democracia, son el odio que México comparte.
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