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La pregunta que anda de un lado a otro después del debate entre los candidatos a la presidencia de México es ¿Quién ganó el debate? Los estudios de encuestadoras están en el mismo tenor. Según María de las Heras y su estudio venció Andrés Manuel López Obrador y en segundo lugar empataron Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri. El último lugar es de Enrique Peña Nieto.

Si hay sorpresas entre quien ganó el debate, lo dudo. Vázquez Mota y AMLO estaban obligados a dar su mejor papel en el primer debate presidencial. Gabriel Quadri tuvo la primera de dos oportunidades igual de horizontales con los otros candidatos ante los electores.

La incógnita en el primer debate era Enrique Peña Nieto, no logró demostrar capacidades políticas más allá de las que ya conocemos. El candidato priista buscó no caer, pero no arriesgó más. No tuvo propuestas, generalizó demasiado y sí logró defenderse de los ataques; sus pequeñas pausas no ayudaron mucho, demostraron que no estaba cómodo con las cifras dadas a conocer sobre las administraciones priistas en todo el país durante años. Descalificó, por momentos, los datos de diversas instituciones de prestigio nacional e internacional.

Si el debate fue más de lo que se esperaba, lo fue. Si el formato del primer debate permitió que los candidatos tuvieran un duelo de ideas, intercambiaran opiniones y lograran terminar argumentos, no se pudo. Las opiniones de los candidatos cayeron en el monólogo.

Al inicio, después de que Vázquez Mota hablara sobre sus propuestas, ninguno de los otros candidatos logró hacer una réplica a sus propuestas, solo presentaron sus propuestas sobre el tema y no lograron debatir. La candidata panista vivió su mejor momento en las propuestas, pero no logró profundizar en sus demostraciones de gobiernos corruptos y no democráticos del PRI, solo fueron pequeñas pinceladas.

El mejor Andrés Manuel López Obrador no es el de las propuestas, su discurso no ha cambiado desde el 2006, es conocido y él no logra generar una comunicación más profunda. Lo mejor de AMLO han sido sus críticas a Enrique Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Gabriel Quadri ha cumplido con ser la sorpresa en el debate que siempre buscan los candidatos de partidos chicos, como es el Partido Nueva Alianza. Algunas de sus propuestas han sido totalmente distintas a las que han hecho los tres candidatos que tienen posibilidades de ser Presidente de México. Una postura favorable de Quadri en materia de energéticos es que no se cierra a seguir viviendo del petróleo. El resto de candidatos gastó mucho tiempo hablando de Petróleos Mexicanos (Pemex) y si privatizaban o no, Quadri mostró que hay más opciones energéticas que permitirían evitar la división sobre Pemex, la obtención de mayores recursos económicos y una mejor relación con el ambiente.

Aunque uno de los candidatos haya ganado el primer debate, no debemos quedarnos con los resultados.

Primero, los candidatos demostraron que los políticos mexicanos no saben debatir, ya que ellos decidieron el formato del debate, el cual se caracterizó por ser proteccionista hacia los candidatos y limitar los comentarios.

Segundo, si los candidatos se prepararon para el formato del debate, sus ataques a los contrincantes no solo fueron limitados por el tiempo, sino por la falta de preparación de los candidatos ante las cámaras para mostrar sus pruebas contra otros candidatos. Lamentable, cuando los candidatos sobreviven de la imagen en los medios de comunicación, demostrando que ni eso pueden hacer bien.

Sobre propuestas de fondo en temas como la seguridad en México, los candidatos demostraron que no la tienen, pero sí que los focos rojos del país se localizan en los estados gobernados por el PRI. La respuesta de Peña Nieto sobre las cuestiones geográficas que dio en CNN reapareció en voz de Vázquez Mota y recordó que en ese tema el PRI no ha logrado mucho.

Si hay alguna sorpresa después del debate es que los candidatos de izquierda y derecha han decidido decir qué piensan del PRI y Enrique Peña Nieto, ya era hora.

Segundo, Gabriel Quadri en varias ocasiones del debate funcionó como interlocutor de Enrique Peña Nieto al explicar lo que el candidato del PRI no pudo hacer.

Sin duda los debates en una democracia son fundamentales, desnudan a los políticos antes que ellos se desnuden unos a otros.