Tv Azteca no sorprende con su actitud hacia el debate programado para este 6 de julio entre los candidatos a la Presidencia de México. No sorprende la actitud del dueño, Ricardo Salinas Pliego, ni el silencio de los trabajadores, que confunden su empleo con el sacrificio de su libertad de expresión.

Aristas sobre la postura de Tv Azteca a transmitir un partido de fútbol a la hora del debate se han dado a conocer durante todo el primero de mayo. Muchas de las posturas buscan mecanismo judiciales para obligar a Tv Azteca a transmitir el debate; una de estas posturas viene de Jaime Cárdenas Gracias, ex consejero del IFE, que pretende llevar ante el Tribunal Electoral la postura de Tv Azteca; después está la postura de Acción Nacional, que pretende cambiar la fecha del debate o mantener una mesa de diálogo que permita llegar a un acuerdo con Tv Azteca; Quadri y el Panal pretenden que la televisora transmita el debate en una de sus canales y en otro el fútbol y; el PRI, simplemente se ha subido en la postura que beneficie a su candidato, por ellos mejor si el debate no se transmite.

Al lado de las posturas de los partidos políticos está la del Instituto Federal Electoral que intenta diferenciar entre el interés público y privado, señalando que es el último tipo de interés el que promueve Tv Azteca; después viene el ciberactivismo de Anonymous que reaccionan más a las declaraciones retadoras que al fondo de las mismas y responden en el tenor del insulto. De ahí, las posturas van y vienen en el país sin llegar al fondo del asunto: la democracia.

He sostenido en diversos textos que los debates son necesarios en una democracia, es una de sus características fundamentales y en el mundo actual se han generado teorías que intentan señalar la importancia de la acción comunicativa entre los ciudadanos, podemos encontrar la propuesta de la “ democracia deliberativa”, la cual señala que algunas democracias contemporáneas basan su estabilidad y resolución de problemas en el debate e intercambio de ideas entre ciudadanos y autoridades, aunque también entre puros ciudadanos. Los críticos a la democracia “deliberativa” sostienen que este modelo puede convertir a la democracia en un mecanismo ineficiente para resolver problemas y crea inestabilidad ante la no atención del asunto.

La cuestión con la democracia actual es que está basada en las libertades públicas y privadas del hombre, o sea, el ciudadano. El hombre en una democracia es un ciudadano que goza de derechos y obligaciones, pero también de libertades, las cuales puede decidir usar cuando lo desee. En otras palabras, el hombre decide si es libre o no es libre.

Cuando una democracia está en plena formación en un país donde no se cuenta con una tradición democrática, el hombre debe tener en claro la obtención de la libertad como una característica intrínseca al hombre, dicha libertad permite que el hombre participe en el espacio público y reconozca a sus semejantes, pero diferentes en formas de pensar y concebir el mundo. El hombre adquiere en la democracia la libertad de decidir sobre su mundo, no solo sobre su vida privada, que es muy de él y de nadie más. El mundo de los hombres en una democracia es el mundo de los ciudadanos, donde todos son iguales por sus libertades políticas. La forma en que se desarrolla y constituye la sociedad en una democracia no depende del gobierno, sino de la ciudadanía. Quienes deciden el ritmo y camino de la sociedad son los ciudadanos, no el gobierno representativo, ni los grupos de poder fáctico, como son las empresas, los medios de comunicación, etcétera. Los grupos con “poder fáctico” inciden en el poder, pero no tienen el poder, quien tiene el poder es el ciudadano. El gobierno representativo solo está para “representar” los intereses de la ciudadanía, que siempre es caos y conflicto que se resuelve en su interior. Cuando el gobierno ya no representa al ciudadano, pierde representatividad y cae.

La situación de la democracia es que necesita de canales de comunicación horizontales y verticales que garanticen la opinión de todos los ciudadanos. La democracia en grande, como llama Sartori a las actuales, tiene el problema de la opinión pública y los factores negativos que generan los medios de comunicación, los cuales tiene una función pública, pero también beneficios privados. Así como existen medios de comunicación públicos controlados por el Estado, existen medios controlados por grupos privados. La existencia de diversos medios de comunicación y dueños, permite que la pluralidad de la ciudadanía quede representada. Aunque el medio controlado por el Estado tiene el objetivo de ser plural, no siempre lo logra. Los medios privados permiten que la pluralidad se expanda. Entre más medios de comunicación con diversos dueños y grupos de interés tengamos, la opinión pública crecerá, aunque también el conflicto sobre qué es prioritario para la sociedad.

El problema de fondo con Tv Azteca es que no logra entender que la democracia depende de la opinión pública, o sea, de la opinión de todos los sectores de la población y que ella se construye en el espacio público, no en los medios de comunicación. Tv Azteca es un vehículo de información para que se genere la opinión pública.

Si Tv Azteca no transmite el debate estaría atentando contra la democracia porque no permite que el ciudadano tenga la información suficiente para generar una opinión sobre un tema público, o sea, que concierne a todos. Si el debate presidencial es un tema público, no se debe a que sea porque los partidos políticos lo estipulen, sino porque incide en la forma y régimen de gobierno que han escogido los ciudadanos mexicanos, la democracia.

En una democracia estable, madura y con grupos comprometidos no está a discusión si un debate se transmite, se hace tajantemente porque no se puede negar información a lo público, porque lo público es de todos y de nadie. Es de todos porque los ciudadanos confluyen en él, es de nadie porque ningún particular se puede adueñar de lo público, mucho menos considerar que su rol es primordial para lo público, ya que el poder de los ciudadanos da y quita.

Tv Azteca no está tomando una decisión que favorezca a la democracia al mencionar que el ciudadano podrá elegir entre ver el debate por Televisa o el fútbol por su señal, está negando que grupos de ciudadanos mexicanos no puedan ver el debate, ya que en los territorios donde Televisa no llegue y Tv Azteca sí, no existe la máxima de publicidad y se niega la posibilidad de generar una opinión sobre un asunto público.

Creo que Televisa tiene mayor cobertura que Tv Azteca en el país y es probable que no exista un poblado sin la señal del “canal de las estrellas”, aunque esta cadena no ha señalado por qué canal transmitirá, pues la cobertura cambia de señal en señal.

Tv Azteca ha demostrado, como en otras ocasiones lo ha hecho Televisa, que para ellos la democracia es un negocio, también que cuando suponía que Televisa era lo peor que podría pasar a los mexicanos en televisión, aparecieron ellos con todas las ganas de superarlo, lo han logrado con creces. Tristes emisarios de la sociedad de la imagen y el espectáculo, del bullicio antes que de las ideas.