Medios de comunicación en Oaxaca

Oaxaca, México.- Hace algunas semanas en el llamado foro Diálogos por la Seguridad, Héctor Aguilar Camín (grupo Nexos) señaló que la guerra contra el narcotráfico también se gana en los medios de comunicación y que si esta se llega a perder en ellos, lo más seguro es que se pierda la armada. Inicio con esta reflexión de Aguilar Camín, por el nuevo escenario de los medios de comunicación y su relación con el gobierno de la alternancia en Oaxaca, ya que el gobierno pierde en la actualidad su legitimidad en los medios de comunicación.
Si la legitimidad de un gobernante, su popularidad y su relación con sus gobernados se debe en gran parte a la relación que mantenga con los medios de comunicación no está de más aseverar que un gobierno siempre está en la disyuntiva de dar plena libertad de expresión y prensa a los medios de comunicación o buscar controlarlos para evitar “daños colaterales”. Cuando se tiene un proceso de transición conflictivo como el que se ha vivido en Oaxaca, donde no existe un pacto entre las fuerzas políticas, los medios de comunicación juegan un papel importante para que la democracia avance o  fracase. El proceso de liberalización que viven permite que comience a existir una nueva pluralidad en los medios, pero esto también provoca que el nuevo gobierno corra el riesgo de vivir una inestabilidad demasiado extensa que lo conduzca a la ingobernabilidad. Aunque los actuales “electos” lo nieguen, la discusión debe haber existido en la elite superior.
Sin duda alguna, la vocación democrática se puede dejar de lado en varias cuestiones para intentar mantener la gobernabilidad y generar escenarios favorables para los proceso electorales venideros. El gobierno que hoy se conforma tiene características particulares en el cómo se está conformando, la pluralidad que alberga, como los intereses de los grupos de presión, es su mayor debilidad. Los problemas y las diferencias comenzarán a surgir cuando comience el gobierno; esto no se debe tomar como algo malo, sino como la aparición de una nueva pluralidad, pero este tipo de cuestiones se pueden expandir en la prensa hasta llegar a rupturas públicas que comiencen a debilitar la imagen del gobierno de la alternancia. Por ello la cuestión dicotómica del nuevo gobierno en Oaxaca: medios libres/medios controlados.
Hay una diferencia fundamental entre los medios nacionales que vivieron la alternancia federal del 2000 y los medios locales de Oaxaca en este 2010. Los primeros tenían mayores posibilidades de financiamiento para sobrevivir a posibles escenarios “desfavorables”, el no tener publicidad oficial. En el caso oaxaqueño, la financiación que no provenga del “gran capitalista” (gobierno), es menor. Si no se genera un modelo transparente de asignación de recursos por publicidad del gobierno de Oaxaca hacia los medios de comunicación, es posible que comiencen las “venganzas” o las amenazas de “alineación”. O sea, se alinea el medio o te despides de la publicidad oficial. Esta práctica es normal en los regímenes autoritarios, pero nada imposibilita, más que la transparencia, que sea una práctica autoritaria que sobreviva al proceso de transición en Oaxaca por la forma y el contexto en el que se da la alternancia.
Sobre este tema faltan muchos apuntes, pero creo que es importante discutirlo, porque hasta el momento aparece como una agenda no pública en los temas que se están discutiendo entre los actores de la alternancia. Si los medios no son liberados, será difícil comenzar una discusión totalmente autónoma sobre la democracia en Oaxaca. Esa es la cuestión sobre los medios y el gobierno: libertad o control.