Oaxaca, México.- 1.Al interior del mundo de las drogas los ‘usos y costumbres’ han logrado esbozar una forma de vida. Dicha forma, se puede observar mejor en los estados del norte del país, donde las nuevas generaciones, incluyendo la actual, ya no buscan ser presidentes de la república, diputados o senadores para ser ricos, sino narcotraficantes.
2.La actual generación de narcotraficantes cada día se parece menos a la anterior, aunque, hay que señalar que todas las generaciones de narcotraficantes mexicanos siguen manteniendo un código que les permite mantener un orden dentro del caos que generan. Por lo tanto, dentro del caos que ha generado el mundo de las drogas, el orden lo ha puesto el narcotraficante.
3.La guerra contra el narcotráfico no sólo intenta detener el tráfico de estupefacientes, sino a esta forma de vida que está colonizando a la vida democrática. Más que lograr erradicar esta forma de vida, el gobierno quiere regresarla al mundo subterráneo globalizado del que salió.
4.La vestimenta, las operaciones y la cultura pop se han convertido en la nueva ‘narco fashion’ que impera en los jóvenes narcotraficantes; las camisetas estampadas de malverde, la virgen de Guadalupe y las canciones norteñas, son cosas de una generación ya encarcelada o muerta.
Las operaciones estéticas, las bolsas Louis Vouittón, las Hummers, los Rolex, Armani, Calvin Klein, son los nuevos accesorios codiciados por los narcotraficantes y sus familias. Esto viene a comprobar que este mundo no quiere escapar de la sociedad de consumo, sino que busca entrar a él por medios ilegales. La aceptación del jet set, más que el poder, es el nuevo fin de los narco-pop.
5.La actual guerra contra los cárteles de la droga ha atraído a un nuevo tipo de turismo, aquellos que andan en busca de la ‘barbarie’ para poder salir de su vida feliz, cómoda y sin emociones. Cierto turismo extranjero ha invadido las plazas dominadas por los Zetas, la Familia, los Arrellanos, los Beltrán Leyva, en busca de emociones, de ideas para escribir y emociones para vivir.
Enrique Serna lo comprueba en su artículo titulado ‘nuestra existente barbarie’, publicado en enero 2009 por la revista Nexos, cuando hace referencia a los turistas de primer mundo en busca de aventuras “ellos, en cambio, gozaron en México los vértigos de la montaña rusa y no se resignaban a cambiarlos por la estabilidad pequeñoburguesa de la Comunidad Europea. Como los ecologistas obstinados en preservar las especies raras de la biósfera, desearían conservar a los países pobres en estado semisalvaje, para asistir como espectadores al nacimiento de una gran epopeya social que los saque de su ordenado letargo, y observar el estallido del volcán con un vaso de whisky en la mano”. Esto comprueba que mientras los niveles de violencia y de poder de los cárteles de la droga en México no afecten a la comunidad internacional, este podrá seguir existiendo en México, controlado.
6.Hasta el momento, la guerra que se vive contra el narco es sexenal. Ningún partido político de oposición ha realizado algún comentario de querer seguir manteniendo la lucha contra este flagelo social.
En la lucha que el presidente Felipe Calderón Hinojosa encabeza contra los narcotráficantes, se perciben dos objetivos; el formal, señala ‘terminar’ con los cárteles de la droga y así erradicar el consumo de estupefacientes; el segundo, el objetivo material, controlar a los cárteles de la droga para que dejen de ser una crítica de la sociedad internacional e impedir que México se convierta en un Estado Fallido.
Nota: Este artículo fue publicado en el suplemento Ágora del diario Despertar en el mes de abril del 2009
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