¿Hasta la madre?

 

¿Hasta la madre?
¿Hasta la madre?

Oaxaca, México.- ¿No están ya hasta la madre, hasta la puta madre, de tantas columnas, opiniones y cientos de declaraciones sobre la puta alianza en Oaxaca?

Políticos nacionales, estatales y municipales han opinando ya sobre las alianzas “antinatura”, como señala el convenenciero de Manlio Fabio Beltrones, pues ¿qué proyecto de país puede tener un partido como el PRI que todo lo planea entorno al número de votos que necesita para ganar una elección?

¿Qué calidad moral, política, puede tener Diódoro Carrasco Altamirano un tránsfuga partidista que ahora es panista y que es criticado por todos aquellos que en su momento, cuando era gobernador o secretario de gobierno, estaban detrás de él para poder hacer carrera política al interior del PRI, para venir a hablarnos de democracia cuando mandó a matar a cientos de indígenas en la región Loxicha para combatir al EPR ?

¿Por qué al PRI le interesa tanto catalogar esta alianza entre dos partidos políticos cuando no será parte de ella? ¿Por qué tantas críticas de los relucientes diputados federales por Oaxaca que no se han atrevido a hacer una revisión seria del régimen político oaxaqueño? ¿Qué le importa a Ulises Ruiz Ortiz esta alianza entre la oposición oaxaqueña? ¡Ya se va!

¿Por qué los partidos de oposición en Oaxaca siguen recibiendo a políticos priistas que se han caracterizado por su autoritarismo? ¿Qué calidad moral tienen los partidos de oposición en Oaxaca para plantearnos que con ellos va estar mejor Oaxaca, si cada día se parecen más al PRI?

¿Por qué los columnistas, articulistas y periodistas de vieja escuela en Oaxaca opinan de esta alianza sin agarrar un libro de Ciencia Política y revisar lo que ha pasado en América Latina y México en los últimos cuarenta años?

¡Yo no estoy hasta la madre de que se discuta sobre la alianza entre la izquierda y la derecha en Oaxaca!, estoy hasta la madre de políticos, articulistas y gobernantes que se suben en un pinche discurso moralista para intentar decirle a los oaxaqueños y mexicanos qué está bien y qué está mal para este México en franca caída libre.

Lo que harta, lo que emputa, lo que provoca mandarlos a chingar a su tía porque madre no tienen, es que sean los mismo que han permitido que el país se vaya a buscar su autoritarismo de miles de muertos y desaparecidos. Si algo no tienen hoy los políticos es legitimidad ante la ciudadanía, aunque les duela, simplemente han ganado con el famoso voto duro.

Lo preocupante es la soltura y fragilidad de lo que dicen sus opiniones que no van más allá de la superficialidad, lo triste es ver como se cambian de vestido, verdaderos camaleones, camajanes, sin vergüenzas.

Lo vuelvo a recalcar, no estoy hasta la madre de que se discuta la alianza, sino de todos aquellos que de un momento a otro opinan como si tuvieran una vida política correcta, como si sus agravios a la ciudadanía hubieran sido algo menor, un ¡usted disculpe por el 2006, se nos pasaron los golpes y la banda se enojó, pero no vuelve a pasar, para la otra los matamos!

Más allá de estas declaraciones que solo buscan inhibir el voto por un partido político, que tratan de señalarnos que la historia es de buenos y malos, héroes y villanos, los ciudadanos debemos reflexionar sobre la democracia, entender que esta no es un dirigente o grupo político, que esta se construye desde la sociedad, desde la ciudadanía, desde la autonomía de cada ciudadano y que son estos en el espacio público los que deciden que modelos de sociedad quieren, que valores les gustan para determinado momento, son ellos los que por medio de la acción comunicativa, la discusión, deciden que tienen el poder en cada uno y que la única manera para gobernarse de manera real es unir el pedazo de poder que tienen, dejando el poder como un espacio vacío, con representantes que si hacen mal las cosas no se deben ir por decisión propia, sino de la sociedad. En otras palabras, la democracia y las instituciones de la misma, se crean desde los ciudadanos.

Estamos entre un pasado autoritario, lleno de muertos, de corrupción, de injusticias, de políticos que le echan la culpa al pasado, de inútiles en el poder para resolver los problemas de la sociedad y verdaderos gañanes del poder, que sólo lo ocupan para hacer hospitales privados de primer mundo, mientras el votante se sigue muriendo de hambre.

Estamos intentando configurar un futuro a largo plazo, ahora en este 2010 Oaxaca se debate entre si este va a ser democrático o no democrático; estas elecciones configurarán la continuidad autoritaria que propone el PRI o la posibilidad de que la oposición deje una serie de espacios por el tránsito del poder de un grupo a otro, que sea aprovechado por la embrionaria sociedad civil oaxaqueña para construir instituciones desde la ciudadanía, desde los que hacen y permiten que la democracia exista. De allí mi duda, si este artículo es para el futuro democrático o el oaxaqueño ya decidió que el autoritarismo es su futuro, o sea, ya vivimos en él.

Nota: Publicado en febrero 2010 en la revista Mujeres.

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