La de "ocho" del 18 de julio de 2013. Portada de la sección de Policiaca del Imparcial
La de «ocho» del 18 de julio de 2013. Portada de la sección de Policiaca del Imparcial

El periódico Imparcial de Oaxaca aplica un doble rasero en su sección de policiaca cuando se trata de publicar imágenes, al periodista asesinado la foto del recuerdo del “chico en vida”, al resto, las imágenes con el rojo de la sangre, sus cuerpos mutilados o sus rostros sin vida.

El 17 de julio, el periodista de la sección de policiaca del Imparcial, Alberto López Bello, fue encontrado muerto, después de ser asesinado a “golpes con una enorme roca en la cabeza”, según la noticia del Imparcial que se publicó el 18 de julio a “ocho columnas” en la nota roja.La noticia está acompañada de una imagen donde el periodista está hablando por su celular y sostiene un cigarro en la otra mano. La imagen es inusual para esta sección, pues las noticias siempre se acompañan de las fotos escandalosas que despiertan el morbo en las personas que terminan por comprar el periódico para enterarse del “chisme”.

Una persona acribillada. Imagen tomada del sitio web del periódico El Imparcial de Oaxaca.
Una persona acribillada. Imagen tomada del sitio web del periódico El Imparcial de Oaxaca.

El periódico el Imparcial, uno de los más vendidos de Oaxaca, aplica un doble rasero o doble moral -sin rigurosa igualdad ante las víctimas o personas que salen- en su sección de policiaca. Ese mismo día, pero en la segunda página de esa sección,publicó la imagen de una persona acribillada en la cual se observa cómo quedó el cadáver después de ser hallado por la policía ¿Por qué el acribillado no recibió el mismo trato que el periodista muerto?

Primero, porque el periódico con su sección de policiaca busca vender por medio del morbo. O sea, mostrar imágenes que despierten las emociones del ser humano y así adquieran el producto “noticioso”.

Segundo, cuando el Imparcial decidió no publicar la fotografía del cadáver de su periodistas, demostró que para ellos hay personas de dos clases. La primera clase, aquellos que son conocidos por los miembros del gremio y directivos del periódico y/o que tienen suficiente poder como para parar una imagen que invada la privacidad de las personas o víctimas de un hecho que encaje en los parámetros de la sección de nota roja. La segunda clase, las personas desconocidas por el gremio o sin poder como para detener una imagen, o sea, los ciudadanos de “a pie” o, posiblemente, sus propios lectores.

Por supuesto, el Imparcial no es el único periódico que realiza la nota roja que no respeta a las víctimas del hecho, el periódico Noticias, que complementa el duopolio en ventas de diarios de Oaxaca, también lo realiza. A nivel nacional, tenemos revistas como Alarma o el periódico El Metro, de grupo Reforma.

Franciso Sandoval Alarcón (@Mrterremoto), integrante de Artículo 19, escribía el 12 de julio sobre las imágenes que publica “Metro” (LOS P…TOS DE METRO), argumentando “que los directivos y dueños del periódico (…), se olvidan que si bien la libertad de expresión es un derecho fundamental, éste tiene límites, más tratándose de víctimas. Se tiene a la par de la libertad de expresión, derecho a la integridad, a la buena reputación, a la privacidad, así como a la rectificación de datos y a la réplica. Pero obviamente es algo que no toman en cuenta los dueños y directivos de METRO con las imágenes que regularmente acostumbran a publicar en sus portadas…”

En efecto, la prensa de nota roja, se olvida de los derechos de las víctimas y la privacidad.

Lo lamentable es que en algunos, este recuerdo sobre la privacidad de las personas, el derecho a la integridad y la buena reputación solo regresa a los dueños, directivos y gremio periodístico, como El Imparcial, cuando se trata de uno de los suyos.

El Imparcial, con el suceso del asesinato de uno de sus periodistas, debería decidir -y decir a sus lectores- si va a juzgar a todas las personas que aparecen en su sección de policiaca con el mismo rasero o seguirá definiendo entre personas de primera y segunda clase.

El deseo, como siempre, es que ya no publiquen noticias con sangre o “tasajeados”-cadáveres mutilados- en su sección de policiaca, aunque, considero, que para ellos esta opción no está a discusión, pues es poner en riesgo sus ventas.

Solo basta asistir a un puesto de venta de periódicos en Oaxaca, para observar que la estrategia de ventas señala anunciar la portada del periódico y al lado, poner la sección de policiaca con el nivel de sangre respectivo.