Voto útil ¿qué tan mediocre y qué tanto abarata de nuestra opinión?

Se fue el último lunes de campañas para elegir Presidente de México del 2012 a 2018. El contexto del país no ha cambiado en este cierre de campaña. La violencia cada día rompe mitos de seguridad y la Ciudad de México ha sacudido la mañana con tres policías federales muertos en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez.

El domingo el Estadio Azteca, casa de la Selección Mexicana de Fútbol y propiedad de la empresa Televisa, ha sido copado por miles de fans, acarreados y priistas que vitorearon al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista (PVEM). Hoy por hoy el puntero, según las encuestas públicas.

Mientras, la izquierda partidista con Andrés Manuel López Obrador sigue señalando que vencerán este 1 de julio. Nunca han confiado en las encuestas y descalificarlas es algo normal en ellos. Sólo sus encuestas dicen la “verdad verdadera”.

Josefina Vázquez Mota, candidata de Acción Nacional (PAN), ha optado por señalar lo que siente y espera: un milagro para ganar este domingo que viene.

Varios intelectuales, escritores, líderes de opinión y académicos reconocidos han escrito y declarado que votarán por Andrés Manuel López Obrador, su voto, no es convencido, ni anhelan al político, simplemente se han declarado “voto útil” para que no regrese el PRI.

Juan Villoro, uno de los escritores mexicanos más reconocidos a nivel mundial, ha declarado que AMLO es “un caudillo anticuado que no conoce la autocrítica”. A pesar de esta declaración votará por él.

Hoy leí a Lydia Cacho y sus elogios por Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador. La periodista más reconocida en temas de género y defensa de los menores por atacantes sexuales ha moderado su discurso y su voto no es secreto, va con AMLO aunque prefería de candidato a Marcelo Ebrard.

Así poco a poco muchos intelectuales “progresistas” se decantan por AMLO y lo hacen de manera pública para señalar el camino del voto útil. En todos ellos percibo aquella idea de “votar por el menos malo”, aunque no lo digan.

Lo he dicho: puedes votar por quien quieras, si quieres puedes votar por el menos malo, pero no le pidas un buen gobierno porque desde un inicio sabías que era malo. En efecto, votar por el menos malo tiene un grado de mediocridad que no se puede soslayar, ni esconder.

Es probable que el regreso del PRI haga temblar a muchos, el miedo puede comenzar a paralizar algunas conciencias que ante el inmovilismo que causa, prefieren bajar de lo normativo y refugiarse en cualquier isla, así esté llena de riesgos y no sea lo que esperan, ni consideren que pavimente el camino del destino al que quieren llegar o que llegue México. Ahí en esa cruenta realidad que se dibuja con imperfecciones, los “líderes” se humanizan y llaman al realismo.

Su realismo, es que realmente tienen miedo de que la sociedad mexicana no aguante el regreso del PRI y vuelva el autoritarismo.

No estoy de acuerdo con el voto mediocre, pero realista de nuestro líderes, todos en algún momento nos humanizamos, comúnmente el miedo nos regresa a una cruel realidad a la cual observamos todos los días, pero no vivimos. El voto útil es una reacción defensiva ante el riesgo de perder lo logrado, pero no es una muestra de apoyo a las posibilidades de la sociedad por aguantar y salir avante de los retos que se proponen con el regreso del PRI: defender la democracia ante los autores del autoritarismo “perfecto” del Siglo XX.

Solo la sociedad mexicana puede salvar a la democracia, pero solo si la sociedad la quiere salvar. Solo la sociedad mexicana permitirá el regreso del PRI a la Presidencia de México, solo la sociedad sabrá si le dejará gobernar desde el poder legislativo. Solo la sociedad puede seguir construyendo democracia, si el PRI regresa es porque las fuerzas democráticas no estuvieron a la altura de los retos, pedir hoy el voto útil es reconocer que es preferible seguir en el escenario menos malo porque la sociedad no tiene la capacidad para cuidar la democracia ante el PRI.