El político mexicano sigue creyendo que los votantes son ignorantes o al menos que ignoran a qué se dedica un senador o diputado. Las campañas de los candidatos a estos puestos siempre terminan desnudando al político y “asesores” que lo rodean.

Las campañas de los candidatos a la Presidencia de México se han profesionalizado desde la década de los noventa. Siempre tratan de ser respetuosos con el elector y lo tratan como una persona informada que sabe lo que quiere para el país, dan por hecho que están preocupados por la nación, el espacio de todos. La cuestión cambia cuando se revisan las campañas de los candidatos a diputados y senadores.

Los candidatos al poder legislativo son los primeros en demostrar que no saben a qué se dedica un diputado o senador, terminan por prometer todo lo que se pueda en campaña. Recuerdo que en el proceso electoral del 2009, los candidatos a diputados federales del PRI en Oaxaca salieron a prometer créditos para las familias pobres, pero ninguna “pinche ley” para seguir instaurando la democracia, ya como diputados federales se opusieron a la “Reforma Política Ya!”.

Ayer, antes de sacar mis apuntes para escribir este Día 9, leía la nota sobre el Hashtag #GasolineraEPN en Milenio.com que fue causado por un tweet de la secretaria del CEN del PRI, Cristina Díaz, que decía “Servicios que se brindan en el punto de Auxilio vial de @EPN, llantera móvil, garrafa de gasolina, mecánica auxiliar y cambio de aceite. #NL”. El PRI siempre ha tenido estas ideas que encuentran su modelo original en la compra de votos con cemento, despensas y algunos otros productos que daban al llamado “voto verde”, los pobres del campo, para que siguieran viviendo y no murieran por la pobreza en la que se encontraban.

Los mercadólogos de la política dirán que fue una magnífica idea, que les volvió a ganar la partida al resto de partidos políticos y que va en “pony de rancho” a la Presidencia de México.

Después de leer la nota llegó el buen amigo Vibra Positiva y por alguna razón se mencionó a la Liga Mexicana de Béisbol, me dijo entre risas «¿ya escuchaste o viste el spot de Diódoro Carrasco Altamirano – exgobernador del Estado de Oaxaca, expriista, exsecretario de Gobernación con Zedillo, exdiputado federal, bueno ex de todo-?» Contesté que no, soltó la risa y un «te cuento» palabras más palabras menos: Pregunta una voz ¿qué te gustaría para Oaxaca? Y un niño contesta que “Ver otra vez campeones a los Guerreros de Oaxaca”, después sale Diódoro Carrasco Altamirano. Soltamos la risa y agregué un “hijo de su puta madre”. No me arrepiento de mi frase, si lo tuviera enfrente se lo diría, también le diría que personajes como él son una muestra del nulo avance de nuestra democracia. 

Si los mercadólogos políticos se enteran del comercial de Diódoro Carrasco Altamirano, posiblemente maestro activo del ITAM, dirían «se los ganó, pues buscó lo que más recuerdan los oaxaqueños en logros deportivos a nivel profesional, ya que sólo tienen béisbol. Bien hecho por el maestro Diódoro, relacionó su gobierno con el único logro destacable del deporte, les recordó los buenos momentos “de gloria” que vivieron con él«. Igual que la gasolina que regala Enrique Peña Nieto, un campeonato de béisbol no soluciona los problemas del país y dudo que muchos mexicanos voten por un candidato por estas cuestiones que promete; además, no se les elige para eso.

Por la mañana cuando estaba por subir el diario de hoy, saludé a mis followers con “Buenos días, quieren ver a los Guerreros de #Oaxaca campeones ¿?; voten por mi como dice Diódoro Carrasco” y @slbrena respondió que le había gustado mi saludo. Tiempo después me contestó que uno de sus familiares ya había visto el spot, no lo encontró en Internet igual que yo. Pero señaló algo sobre el campeonato de los Guerreros de Oaxaca: “… ya ni me acordaba de ese ‘glorioso’ pasaje del deporte oaxaqueño y su ayuda ‘divina'».

En efecto, el spot de Diódoro Carrasco Altamirano pone en tela de juicio el campeonato de nuestros “aguerridos” – para decirlo como @slbrena-, pues el comercial invita a pensar que el gobierno de Carrasco Altamirano hizo actos de corrupción para que el equipo de béisbol de Oaxaca lograra ganar. Por otra parte, su spot invita a pensar que en la Liga Mexicana de Béisbol hay corrupción. Los mercadólogos políticos después de estas observaciones dirían que el spot se debe de bajar porque un malintencionado, seguro asesorado por otro mercadólogo político, lo está ocupando en contra del candidato.

Al fin de cuentas, el mercadólogo político piensa igual que el candidato: al votante mexicano se le puede manipular y vender lo que quiera siempre y cuando se muevan sus emociones. Me pregunto si en los próximos seis años las emociones van a parar los problemas que venimos arrastrando. Es muy probable que la mercadotecnia política no alcance para canalizar la emoción de indignación y digna rabia –diría el supcomandante Marcos– cuando las diversas crisis de México se agudicen.

Hace unos meses un mercadólogo político me decía en el Facebook en el link de mi artículo sobre pensar el voto que el trabajo de la mercadotecnia política era buscar que el voto fuera subjetivo, que entre más subjetivo fuera… mejor, no se si para la democracia o para ellos. Sí sé, desde mi postura, que la subjetividad no se puede arrancar de la condición humana, pero que en la democracia el pensar y la libertad del hombre también conducen a un acto de razón en búsqueda de la objetividad.

Actitudes como las del PRI regalando gasolina y las del neopanista Carrasco Altamirano, aquí todavía no es “ex”, promoviendo campeonatos de béisbol en Oaxaca, muestran la falta de compromiso con los problemas reales de los mexicanos y la democracia. Sería positivo que ocuparan sus spots y redes sociales para decirnos sus propuestas y posturas ante los problemas que enfrenta el país. De mi parte no se gana nada si un candidato promete “prestar a su hermana” con tal de que votemos por él; ahora que si, su hermana va a resolver los problemas del país, pues adelante.

Cuesta bastante que entiendan las buenas conciencias que se indignan cuando uno dice “que nos gobiernen las putas porque sus hijos no pudieron”.

Mi Día 9 de este #DiarioDeCampaña ha sido el más indignante, me siento indignado cuando veo este tipo de campañas políticas que insultan al mexicano y los problemas que vivimos a diario. Mi voto sigue en blanco.